El expresidente Ernesto Zedillo arremetió nuevamente contra la administración de Claudia Sheinbaum y el movimiento de la Cuarta Transformación, al señalar que el actual gobierno busca sustituir la democracia mexicana por un régimen autoritario. En entrevista con el periodista León Krauze, Zedillo aseguró que aunque la presidenta goza de amplia popularidad, “la función de un presidente no es ser popular, sino servir a la nación democráticamente”. A su juicio, Morena y sus aliados han impulsado cambios que debilitan las instituciones y restringen las libertades.
Zedillo reconoció que Sheinbaum fue elegida democráticamente con casi el 60 por ciento de los votos en 2024, pero advirtió que su intención de construir el “segundo piso de la Cuarta Transformación” representa una amenaza a las bases republicanas del país. Según el exmandatario, la presidenta no ha asumido plenamente sus responsabilidades constitucionales, ya que se ha dedicado a perpetuar lo que calificó como la “obra demagógica” de su antecesor, Andrés Manuel López Obrador. El exlíder priista señaló que el gobierno actual apuesta por el control absoluto a través de la militarización, el debilitamiento de la división de poderes y el manejo de los medios de comunicación.
El expresidente calificó estas acciones como un “golpe de Estado dentro de la Constitución” y pidió que, si el movimiento de la Cuarta Transformación está convencido de que México no debe ser una democracia, lo digan de forma abierta. “Que no nos digan que creen en la democracia. Que salgan y lo digan claramente: ‘México, para desarrollarse, debe tener una dictadura autoritaria’”, subrayó Zedillo, quien lleva varias semanas en un intercambio de críticas con la presidenta.
La confrontación entre ambos comenzó tras la publicación de un ensayo de Zedillo en la revista Letras Libres, donde criticó la reforma judicial impulsada por López Obrador. El expresidente sostuvo que la propuesta pone en riesgo la independencia judicial, ya que gran parte de los candidatos fueron postulados sin criterios claros de ética o capacidad. Sheinbaum respondió recordando que durante el sexenio de Zedillo se impulsó el rescate bancario conocido como Fobaproa, que trasladó deuda privada al erario público.
A manera de réplica, Sheinbaum cuestionó también la autoridad moral de Zedillo para hablar de democracia, acusándolo de haber propuesto a todos los ministros de la Suprema Corte durante su mandato. Además, solicitó al Banco de México información sobre la pensión vitalicia que percibe el exmandatario, estimada en 143 mil pesos mensuales. “Ahora resulta que Zedillo es paladín de la democracia”, ironizó la presidenta en declaraciones recientes.
Zedillo, por su parte, aceptó que se revisen tanto su pensión como la aprobación del Fobaproa, pero exigió que también se auditen las obras emblemáticas de López Obrador, como el Tren Maya y la refinería de Dos Bocas. Argumentó que la ciudadanía tiene derecho a conocer con transparencia los costos y beneficios de estos proyectos. El enfrentamiento político entre ambos continúa escalando en medio de un clima de polarización.