El abogado guerrerense Vidulfo Rosales Sierra anunció su renuncia a la representación legal de los padres y madres de los 43 normalistas de Ayotzinapa, desaparecidos en 2014, así como a su labor dentro del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan. La decisión, formalizada mediante una carta fechada el 19 de agosto, ocurre a pocos días de cumplirse once años de los hechos de Iguala, en los que estudiantes de la normal rural fueron víctimas de desaparición forzada.
Rosales explicó que su salida responde a motivos personales y de salud, aunque agradeció a las familias de los estudiantes y a las comunidades indígenas por las enseñanzas recibidas durante más de dos décadas de trabajo en la defensa de los derechos humanos. “Me retiro de la primera línea de la lucha social con la frente en alto”, expresó, al tiempo que recalcó que seguirá apoyando desde otras trincheras.
En entrevista, el abogado reconoció haber recibido una invitación del ministro electo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Hugo Aguilar Ortiz, para sumarse a su equipo de trabajo, aunque aclaró que aún lo está valorando. “He sostenido diálogos respetuosos, pero no hay nada en firme”, señaló, desestimando las especulaciones sobre un inminente traslado a la Corte.
Durante su trayectoria, Rosales se convirtió en uno de los principales referentes en la defensa de comunidades indígenas, campesinos y víctimas de violaciones graves a derechos humanos. Desde el Centro Tlachinollan, encabezó la defensa de mujeres indígenas violentadas por el Ejército, asesoró a la policía comunitaria, acompañó a víctimas de desaparición y representó jurídicamente a las familias del caso Ayotzinapa desde 2014.
El litigante recordó que, en el camino, enfrentó amenazas de muerte que lo obligaron a salir del país en 2012, además de procesos legales en su contra impulsados por actores políticos como el exgobernador Ángel Aguirre. Su más reciente aparición con las familias de Ayotzinapa ocurrió el 29 de julio pasado en Palacio Nacional, en la cuarta reunión con la presidenta Claudia Sheinbaum.
Ante su renuncia, el Centro Tlachinollan informó que la defensa de las familias continuará de manera colegiada con la participación de los centros Miguel Agustín Pro Juárez y Serapaz. Además, se confirmó que el abogado Isidoro Vicario asumirá un papel protagónico en la estrategia jurídica, dado su conocimiento profundo del caso desde 2014.
Para la organización, la salida de Rosales representa un reto, pero no modifica la exigencia de justicia ni el compromiso con la presentación con vida de los estudiantes. Saulo Loya, coordinador de Incidencia de Tlachinollan, aseguró que la experiencia de Vicario permitirá dar continuidad a la lucha que ha marcado a Guerrero y al país.
Vidulfo Rosales, originario de Totomixtlahuaca, Guerrero, subrayó que su compromiso con los pueblos indígenas y afrodescendientes permanece inalterable. “No puedo eludir mi deber de clase”, afirmó, al reiterar que seguirá exigiendo condiciones de vida dignas y respeto a los derechos humanos en México.