Con apenas cuatro votos de diferencia, el Congreso de Estados Unidos aprobó el megaproyecto fiscal impulsado por Donald Trump, que incluye severos recortes a programas sociales como Medicaid y SNAP, al tiempo que extiende los recortes de impuestos de 2017 y elimina temporalmente gravámenes sobre propinas y horas extra. La legislación, calificada por el propio Trump como “una de las más grandes en la historia”, será promulgada el 4 de julio, en plena campaña para las elecciones intermedias de 2026.

El proyecto de ley fue aprobado por el Senado y ratificado por la Cámara de Representantes con 218 votos a favor y 214 en contra, tras intensas negociaciones dentro del Partido Republicano. Aunque varios legisladores republicanos habían expresado reservas por los recortes de casi un billón de dólares a Medicaid, terminaron apoyando la propuesta debido a las exenciones fiscales y mayores asignaciones para seguridad fronteriza y defensa.

El Partido Demócrata ya ha convertido la legislación en el eje de su estrategia electoral, lanzando campañas en distritos clave para denunciar lo que consideran una ley “cruel” que deja sin cobertura médica a hasta 12 millones de personas. Para los demócratas, este paquete presupuestario recuerda las elecciones de 2018, cuando ganaron la mayoría en la Cámara tras ataques similares a recortes sociales promovidos por Trump.

El proyecto incluye requisitos laborales más estrictos para acceder a Medicaid y SNAP, afecta a personas sin hijos ni discapacidades, y exige reinscripción semestral, además de verificaciones constantes de ingresos. Organizaciones como Save My Care y Unrig Our Economy han destinado millones de dólares en anuncios dirigidos contra congresistas republicanos vulnerables, como Juan Ciscomani en Arizona y David Valadao en California.

Datos de la Oficina Presupuestaria del Congreso con ala nueva ley. Fuente: BBC.
Manifestantes afuera del Capitolio de EE.UU. mientras la Cámara realizaba una votación sobre el proyecto de ley.

La Oficina de Presupuesto del Congreso estima que esta legislación podría aumentar el déficit federal en 3.3 billones de dólares en la próxima década, a la vez que suprime apoyos clave a energías limpias y programas sociales. A pesar de ello, el Partido Republicano prepara su propia ofensiva política al destacar los beneficios fiscales y las inversiones en seguridad nacional para contrastar con la oposición demócrata.

Sectores republicanos sostienen que los cambios buscan combatir fraudes y fomentar el empleo. “Si puedes trabajar, debes trabajar”, afirmó el congresista Tim Burchett, mientras que otros, como Chuck Edwards, reconocieron que habría preferido más tiempo para analizar los efectos del texto. El representante Troy Nehls desató la polémica al minimizar las afectaciones a Medicaid diciendo que “son solo algunos estadounidenses, que no son estadounidenses”.

La aprobación de la ley representa un fuerte impulso para Trump, quien ha consolidado su control sobre el Partido Republicano, al tiempo que cumple varias promesas de campaña. El paquete incluye 150 mil millones de dólares para defensa y otro tanto para migración, además de extender exenciones fiscales por 4.5 billones de dólares, con especial beneficio para las grandes fortunas.

A pesar de la victoria legislativa, encuestas recientes muestran que más del 50% de los votantes se oponen a la ley, y muchos aún desconocen su contenido. Demócratas y grupos externos trabajan contrarreloj para elevar la conciencia pública, con miras a convertir este proyecto en una herramienta para retomar la Cámara de Representantes en 2026.

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