El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó una nueva proclamación que prohíbe o restringe el ingreso a ciudadanos de 19 países, entre ellos Irán, Haití, Afganistán, Cuba y Venezuela. La medida, que recuerda a la polémica “prohibición musulmana” de 2017, fue justificada como una acción en defensa de la seguridad nacional tras un ataque en Colorado perpetrado por un ciudadano egipcio. La Casa Blanca informó que la prohibición total aplica a 12 naciones y restricciones parciales a otras siete.
Según el documento oficial, la decisión se basa en criterios de “verificación de antecedentes inadecuada”, “altas tasas de permanencia tras el vencimiento de visas” y la falta de cooperación de los gobiernos involucrados en compartir información con autoridades estadounidenses. En el caso de Cuba, se señala como un “Estado patrocinador del terrorismo” que no acepta a sus ciudadanos deportados. Respecto a Venezuela, se alega que el país no tiene una autoridad central confiable para la emisión de documentos oficiales.
Los países afectados por la prohibición total son Afganistán, Myanmar, Chad, República del Congo, Guinea Ecuatorial, Eritrea, Haití, Irán, Libia, Somalia, Sudán y Yemen. Mientras tanto, Burundi, Cuba, Laos, Sierra Leona, Togo, Turkmenistán y Venezuela enfrentarán restricciones parciales. La medida entrará en vigor a las 00:01 del 9 de junio y permanecerá vigente hasta que, según la proclama, se corrijan las deficiencias detectadas.
La orden contempla excepciones para ciertos casos. Podrán ingresar residentes permanentes legales, titulares de visas válidas, personas con doble nacionalidad no afectadas por la prohibición y atletas que participen en eventos deportivos internacionales. Además, se podrán conceder exenciones individuales por razones de interés nacional. Minorías religiosas perseguidas también podrán acceder a Estados Unidos bajo ciertos visados.
Trump justificó la medida en un video difundido por redes sociales, donde afirmó que “el reciente ataque terrorista en Boulder” es evidencia de los riesgos de permitir la entrada de extranjeros sin una revisión adecuada. “No los queremos”, sentenció. Además, criticó el uso indebido del sistema de visas por parte de algunos visitantes que exceden su tiempo de estancia.
Durante su primer mandato, Trump aplicó una orden similar que fue ampliamente criticada y considerada discriminatoria. Aunque fue impugnada en múltiples tribunales, una versión revisada fue finalmente validada por la Corte Suprema en 2018. Esta vez, la Administración alega que la lista de países se elaboró con base en evaluaciones del Departamento de Estado, Seguridad Nacional e Inteligencia Nacional.
Desde el anuncio, las reacciones no se han hecho esperar. Mientras funcionarios del gobierno de Venezuela calificaron la medida de “fascista” y discriminatoria, legisladores demócratas en EE.UU. condenaron la acción como una traición a los valores fundacionales del país. “El uso de prejuicio y odio no nos hace más seguros”, escribió la congresista Pramila Jayapal.
La nueva proclamación refuerza la agenda migratoria de línea dura de Trump, que ya ha generado un aumento en las deportaciones diarias, las cuales ascienden actualmente a 850 por día. A pesar de los reveses judiciales que enfrenta su política migratoria, el expresidente sigue priorizando la seguridad fronteriza como una de las piedras angulares de su estrategia electoral.