Claudia Sheinbaum mandó un mensaje de firmeza en un evento en Michoacán, reafirmando la defensa de la soberanía nacional en medio de las tensiones con la Casa Blanca. La presidenta enfatizó que ningún país puede vulnerar la integridad de México y destacó la calidad de su fuerza laboral al afirmar que “los mexicanos somos los mejores trabajadores del mundo”. Este discurso se produce en un contexto de negociaciones intensas tras la suspensión temporal de la amenaza arancelaria.

La mandataria rechazó las injerencias de Estados Unidos, advirtiendo que las políticas intervencionistas y la calificación de organizaciones del crimen organizado como terroristas abren la puerta a excesos en territorio mexicano. Con tono enérgico, Sheinbaum instó a que las autoridades estadounidenses primero resuelvan sus propios problemas, subrayando que el respeto a la soberanía es un principio innegociable para México.

En el frente migratorio, el Gobierno ha reforzado los consulados para apoyar a los ciudadanos mexicanos afectados por las redadas en diversas ciudades de Estados Unidos. Desde la toma de protesta de Trump se han recibido 10,964 deportados, de los cuales 8,425 son mexicanos, demostrando el impacto de las políticas migratorias y la necesidad de brindar asistencia a quienes regresan a su país de origen.

La presidenta también destacó la relevancia económica de la comunidad mexicana en Estados Unidos, donde casi 40 millones de personas son de ascendencia mexicana y alrededor de cinco millones viven sin papeles. Sheinbaum explicó que, mientras el 20 por ciento de los ingresos de los migrantes se envían como remesas, el 80 por ciento permanece en territorio estadounidense, impulsando la economía local y evidenciando la indispensable contribución de los trabajadores mexicanos.

En un discurso cargado de patriotismo, Sheinbaum reiteró que México es un país libre, soberano e independiente y que cualquier intento de vulnerar su integridad será respondido con firmeza. La presidenta llamó a defender con orgullo la dignidad y los derechos de su pueblo, insistiendo en que la nación no se someterá a presiones externas ni a injerencias que comprometan su autonomía.

Las conversaciones entre México y Estados Unidos arrancarán la próxima semana en mesas de trabajo enfocadas en temas comerciales, migratorios y de seguridad. Estas negociaciones pretenden neutralizar la amenaza latente de nuevos aranceles y enfrentar de manera conjunta el combate al narcotráfico y a la delincuencia organizada, elementos que se interrelacionan en la estrategia de presión de la administración estadounidense.

La estrategia de Sheinbaum resalta además el papel fundamental de los mexicanos en el exterior, quienes, a través de su trabajo, sostienen la economía estadounidense. Este mensaje se ha convertido en un emblema de orgullo y resiliencia, reflejando la importancia de la colaboración transfronteriza y el reconocimiento del talento y la labor de los paisanos en tierras ajenas.

Concluyendo su intervención, la mandataria llamó a la unidad nacional y a la solidaridad de los mexicanos tanto en el país como en el exterior. Su mensaje final fue un llamado a defender la patria y a consolidar acuerdos que garanticen el respeto a la soberanía y a la dignidad de su pueblo, proyectando un futuro de diálogo y cooperación en un clima de firmeza y orgullo nacional.

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