La presidenta Claudia Sheinbaum defendió este lunes la cohesión de Morena, luego de que Gerardo Fernández Noroña generara controversia al insinuar que una futura oposición podría surgir desde el propio movimiento. La mandataria fue tajante al rechazar esa posibilidad y aseguró que en el partido “hay mucha unidad”. Noroña, por su parte, negó haber hablado de división y acusó que sus declaraciones fueron sacadas de contexto y utilizadas con “mala fe”.
La polémica llega en un momento complicado para el partido gobernante, que enfrenta cuestionamientos por la vida de lujo y presuntos vínculos con el crimen organizado de algunos de sus cuadros más visibles. Estos señalamientos han minado la credibilidad de Morena y obligan a Sheinbaum a insistir en la unidad como un valor central, incluso cuando las conductas de varios dirigentes contradicen el discurso de austeridad que promueve el movimiento.
Noroña intentó matizar sus palabras al señalar que, si bien considera que la oposición actual no tiene futuro, una fuerza competitiva podría surgir en un futuro lejano desde el propio morenismo. Esta interpretación fue la que originó la pregunta a Sheinbaum en su conferencia matutina, donde respondió con firmeza que no comparte esa visión y reiteró que lo que prevalece en el movimiento es la cohesión y el compromiso con el pueblo.
La presidenta también defendió la libertad de expresión dentro de Morena, pero insistió en que las diferencias de opinión no deben interpretarse como un signo de fractura. Subrayó que el interés principal del partido y de su gobierno no es personal, sino el bienestar del país, por lo que las tensiones internas no ponen en riesgo la solidez de su proyecto.
Sin embargo, este nuevo desencuentro refleja la tensión que atraviesa el partido, golpeado por acusaciones de corrupción, excesos de sus dirigentes y escándalos como el caso de Hernán Bermúdez Requena, exjefe policial de Tabasco vinculado con el crimen organizado. Para la oposición, estos episodios exponen contradicciones en los principios que Morena dice defender, mientras Sheinbaum insiste en cerrar filas para evitar que el desgaste interno comprometa su liderazgo y el rumbo de la Cuarta Transformación.
