En una sesión prolongada y marcada por la confrontación entre bloques legislativos, el Senado de la República aprobó la reforma impulsada por la presidenta Claudia Sheinbaum en materia de desaparición forzada. El objetivo de esta iniciativa es fortalecer los mecanismos de búsqueda e identificación de personas desaparecidas mediante el uso de nuevas tecnologías, una Plataforma Única de Identidad y la incorporación de datos biométricos a la CURP.
La aprobación se dio en medio de críticas de la oposición, que denunció presuntos riesgos a la privacidad, argumentando que la CURP biométrica podría utilizarse como herramienta de vigilancia. No obstante, legisladores de Morena y aliados desestimaron tales acusaciones como infundadas y fantasiosas. En voz del senador Alejandro Murat, recalcaron que el objetivo es dotar al país de una herramienta moderna y eficaz para enfrentar uno de los crímenes más persistentes y dolorosos: la desaparición forzada.
La reforma establece que la CURP contendrá huellas dactilares y fotografía, y estará disponible en formatos físico y digital. Será reconocida como el documento nacional de identificación y se vinculará a bases como el Registro Nacional de Personas Desaparecidas, el Banco Nacional de Datos Forenses y otros registros administrativos. Se incluye también la creación de una Base Nacional de Carpetas de Investigación sobre personas desaparecidas.
El dictamen aprobado incorpora propuestas de colectivos de madres buscadoras. Entre los cambios destaca la obligación de emitir fichas de búsqueda físicas y digitales, el uso obligatorio de pruebas genéticas y dactiloscópicas antes de enviar restos a fosas comunes, y la participación activa de familiares como víctimas en los procesos de búsqueda e identificación. También se reconoce el concepto de “nombre social” y “familia social” para ampliar el enfoque de derechos humanos.
Durante el debate, senadores del PAN, PRI y MC manifestaron su preocupación por el alcance de la reforma. Imelda Sanmiguel (PAN) la calificó como un “dardo envenenado”, mientras que Alejandra Barrales (MC) reconoció que, aunque existen riesgos, muchas familias ven en esta medida una oportunidad de encontrar a sus seres queridos. La senadora Olga Sosa (Morena) respondió que los datos serán utilizados solo con fines humanitarios y bajo estrictos protocolos legales.
La nueva Plataforma Única de Identidad permitirá monitorear en tiempo real movimientos o actualizaciones asociadas a personas desaparecidas a través de su CURP biométrica, con el fin de facilitar su localización. Las instituciones públicas y privadas estarán obligadas a permitir el acceso a estos datos a las fiscalías y autoridades de seguridad, siempre con apego a la protección de datos personales.
Otro punto destacado de la reforma es el uso de tecnología como imágenes satelitales, drones y geolocalización, para apoyar las labores de búsqueda. También se fortalecen las fiscalías especializadas con unidades para atención inmediata, delitos cibernéticos y apoyo a víctimas, y se exige el registro en un plazo máximo de tres días de cualquier resultado pericial forense en el Banco Nacional de Datos Forenses.
El paquete legislativo fue aprobado por 89 votos a favor y 13 en contra en lo referente a la Ley en Materia de Desaparición Forzada, mientras que la Ley General de Población, que contempla la CURP biométrica, recibió 69 votos a favor, 28 en contra y 5 abstenciones. La reforma ya fue turnada a la Cámara de Diputados para su discusión y votación.