Desde hace semanas, en este espacio hemos comentado que Movimiento Ciudadano sostiene un debate interno: El de ser un partido serio, o un partido de anécdota. Ser un partido de Colosios, o de Palazuelos.
Al parecer el candidato a la presidencia municipal de Xalapa por ese partido se inclina más por lo segundo, pues en los días que llevan las campañas, hay un mensaje que ha fijado con claridad: es taquero.
La lógica bajo la cuál se desenvuelve la campaña parece tener dos premisas: Vender la idea de no ser un político tradicional (outsider u hombre de trabajo ¡igual que tú y yo!) y/o el juego de palabras que combinen la política con el taco.
Los tacos no tienen nada de malo, de hecho, son uno de los mayores símbolos de identidad cultural y gastronómica entre los mexicanos, y es la comida por la que mayormente nos conocen en el resto del mundo. La idea de venderse como taquero, hombre de trabajo, como alguien que no vive de la política -en principio- también estaba bien, pero se ha abusado de esta retórica hasta niveles ridículos. “Taquero contento y votando”; “el más salsa” “basta de sobras”, solo por mencionar algunos de los mensajes que se han posicionado en días recientes. ¡Vaya que ni el legendario Marquitos se ha atrevido a tanto!
A lo mejor esta es una postura muy aguafiestas y anti campañera, pero, en el remoto caso de ganar, ¿cómo se integraría una cuenta pública? ¿echándole los kilos? ¿cómo trabajarían? ¿macizo?
El año pasado, mientras participaba como suplente de Américo Zúñiga para la diputación Federal, el proyecto tenía sentido: Luego de que Américo tomara protesta y de inmediato se fuera a la Secretaría de Educación, donde sutilmente lo había destapado Pepe Yunes, Román sería diputado Federal; gracias al fraude perpetrado por Ana Miriam Ferraez y operadores de Morena en Xalapa, esto no sucedió.
Pero lo que parece un contrasentido, es que, teniendo tanta cercanía al proyecto de la refinería en dos bocas y luego de que la diputación federal no se concretara, en lugar de buscar un espacio de participación en Morena, lo hiciera en MC, con tan remotas posibilidades de ganarle a una estructura tan bien aceitada como la del partido en el gobierno.
Bien decía Don Jesús Reyes Heroles, en política forma es fondo. Y otra frase, que le escuché alguna vez al escritor Héctor Aguilar Camín: Lo único peor que un político profesional, es un político no profesional. Al tiempo.