Pese a los altos precios del café en el mercado internacional, productores veracruzanos denunciaron que empresas trasnacionales les pagaron muy por debajo de lo justo durante la cosecha 2024-2025, ocasionándoles pérdidas de entre 7 y 9 mil pesos por tonelada. Cirilo Elotlán Díaz, del Consejo del Café de Coatepec, y Fernando Celis Callejas, de la Coordinación Nacional de Asociaciones Cafetaleras, calificaron la situación como un abuso comercial grave.
De acuerdo con sus cálculos, el precio promedio pagado por kilo de café cereza fue de 17.52 pesos, cuando debió haberse pagado 25.64, en relación con los valores establecidos en la Bolsa de Nueva York. Esto representó un golpe directo a las ganancias de los cafeticultores, sin que ninguna autoridad estatal o federal interviniera para protegerlos.
Como respuesta, el próximo miércoles 10 de abril, los productores se manifestarán en la Plaza Lerdo de Xalapa para exigir explicaciones y medidas concretas. Aseguran que las empresas cobraron un supuesto arancel del 25% por exportación a Estados Unidos, pese a que dicho impuesto no se ha aplicado, lo que consideran un robo directo a los productores.
Cirilo Elotlán fue contundente al señalar: “Nos robaron la cosecha, y nadie salió a defendernos. Ahora exigimos respuestas y apoyo concreto”. Los cafeticultores demandan la instalación de una mesa de diálogo para discutir cómo se compensará el ingreso perdido durante esta temporada.
Fernando Celis agregó que el café cereza fue pagado incluso a 16 pesos por kilo, en algunos casos, lo que agrava el impacto. “No hay voluntad por parte de las empresas para establecer precios justos y la Secretaría de Agricultura tampoco ha dado solución a nuestras denuncias”, lamentó.
Además, señaló que se requiere investigar la omisión de la Secretaría de Economía, que no reguló ni fiscalizó las operaciones comerciales, permitiendo la impunidad de las empresas compradoras. A su juicio, hay una protección institucional que favorece a las compañías y no a los productores nacionales.
Los cafeticultores reiteraron que seguirán alzando la voz en defensa de su trabajo y sus derechos. La manifestación del 10 de abril busca ser un punto de inflexión para exigir un nuevo esquema de comercialización que proteja al campo veracruzano de los abusos del capital trasnacional.