Palabras Mayores

Dícese que es un capricho de la vida, que, en muchas ocasiones, los rivales más acérrimos son individuos que, en realidad comparten muchas cosas en común. Más de las que ellos mismos podrían siquiera imaginar.

Y es el caso de los expresidentes Carlos Salinas de Gortari, Andrés Manuel López Obrador y los sucesores de ambos: Ernesto Zedillo Ponce de León y Claudia Sheinbaum Pardo. (Antes de ir a fondo en el comentario, sobra decir que también abundan las diferencias diametrales, como la legitimidad con que llegaron uno y otro, la visión neoliberal y nacionalista de uno y otro, el gusto por la participación en foros mundiales de uno y la preferencia por la política doméstica del otro; el estilo personal de gobernar, el contexto del país y del mundo y un largo etcétera).

Pero centremos este comentario en las similitudes entre los tres ex presidentes y la Presidenta CSP. Tanto Salinas como López Obrador son hombres de poder, que lo ejercieron desde el día 1, hasta el último minuto de su presidencia. CSG y AMLO basaron buena parte de su gobierno en el culto a la personalidad; Zedillo y Claudia no.

En el caso de ambos ex Presidentes, existe uno (o más) hermanos incómodos (Véase a Raúl Salinas y Pío López Obrador); En el caso de ambos ex presidentes hay hijos mal portados (Véase el caso de Emiliano Salinas y la secta Nxvm y los presuntos negocios de Andy, Boby y José Ramón).

Tanto Salinas como AMLO vislumbraron los programas sociales como una poderosa herramienta electoral. Uno la empaquetó en SOLIDARIDAD; el segundo en BIENESTAR.

En ambos casos, se pensó que podrían gobernar a través de sus sucesores. Con Salinas bastó un hermano en la cárcel para ver que eso no sería posible, en el caso de CSP- AMLO está por verse de donde vendrá la emancipación -que no ruptura- (aunque ya existen varios frentes posibles, como la seguridad, la barredora, la red de huachicol, la relación con Estados Unidos, etcétera).

Tanto a CSG como AMLO se les hizo bolas el engrudo en el sexto año. Al primero, con el estallido del EZLN, el asesinato de Colosio, la sucesión presidencial y el error de diciembre. Al segundo, con el regreso de Trump y la captura del Mayo Zambada.

Tanto a Zedillo como a Claudia les tocó lidiar con el alumbramiento de un “nuevo poder judicial” como parte del proyecto de nación. Pero lo más importante de todo, a ambos sucesores les tocó poner orden a los disparates de sus antecesores, incluso a pesar de ellos mismos. Bien dicen, la historia cansada de crear, tiende a repetirse.

EN EFECTO, ES POESÍA.

Llamó la atención ayer la creativa protesta del poeta que habitualmente escribe en el centro de Xalapa, al acostarse en plena calle Enríquez para solicitar una audiencia con el Secretario de Gobierno Ricardo Ahued, se dice que el motivo de la audiencia era para solicitar apoyo económico. Lo trasladaron a San José, pero la anécdota ahí queda.

DE COSAS QUE NO SE VEN, PERO SI SE SIENTEN.

Ayer la Gobernadora Rocío Nahle anunció el incremento de 6% para sueldos y 2% para prestaciones de trabajadores del Estado. Este es el tipo de medidas que se pueden tomar cuando se conducen las finanzas con responsabilidad y orden. Como ciudadanos es difícil dimensionar el manejo de las arcas públicas y su complejidad, por eso, temas como el manejo de la deuda, la calificación crediticia de la entidad no despiertan pasiones electorales, lo cierto es que, unos pesos más en la bolsa, siempre se sienten. ¡Bien por la Gobernadora!

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