En conferencia de prensa, Luisa María Alcalde, dirigente nacional de Morena, confirmó la alianza de su partido con el PT y PVEM para las elecciones municipales de 2025 en Veracruz y Durango. Además, declaró que la incorporación de los ex panistas Miguel Ángel Yunes Márquez y Miguel Ángel Yunes Linares no representa un problema para el partido. Esta postura generó controversia debido a las acusaciones de corrupción que pesan sobre ambos políticos y a su pasado crítico con la «Cuarta Transformación».
El senador Yunes Márquez, expulsado del PAN tras votar a favor de la reforma judicial impulsada por Morena, ha sido señalado como pieza clave para la aprobación de esta legislación. Alcalde justificó su inclusión al destacar que el voto del legislador veracruzano fue fundamental para democratizar el Poder Judicial. Sin embargo, esta postura contrasta con la opinión de la gobernadora Rocío Nahle, quien rechazó cualquier trato con los Yunes, a quienes responsabiliza de ataques mediáticos en su contra durante campañas pasadas.
Aunque los procesos de selección de candidatos apenas inician, Alcalde afirmó que será el pueblo de Veracruz quien elija a los mejores perfiles. No obstante, su respaldo a los Yunes alimenta las tensiones internas en Morena, donde figuras como Nahle insisten en que las bases del movimiento no respaldan a estos personajes, a quienes acusan de corrupción y de usar su influencia en perjuicio del estado.
El ex gobernador Yunes Linares y su hijo han sido objeto de críticas incluso dentro de Morena, pero han encontrado apoyo entre algunos líderes de la 4T. Políticos como Adán Augusto López y Gerardo Fernández Noroña han defendido su colaboración, calificándola como un acto que beneficia al proyecto transformador. Por su parte, Alcalde subrayó que, aunque los antecedentes de los Yunes son conocidos, sus recientes acciones han aportado al movimiento.
El anuncio de la alianza “¡Seguimos Haciendo Historia!” busca consolidar a Morena como fuerza dominante en Veracruz, donde la renovación de las 212 alcaldías será clave para el proyecto de la 4T. Sin embargo, la estrategia de sumar a los Yunes podría ser un arma de doble filo en un estado marcado por la violencia, la desigualdad y la desconfianza hacia figuras políticas señaladas por corrupción.
La incorporación de los Yunes genera un debate sobre los límites éticos y políticos de Morena en su afán por mantener el poder. Aunque la dirigencia nacional minimiza los riesgos, las voces críticas dentro y fuera del partido advierten que esta alianza podría fracturar a las bases del movimiento y debilitar su credibilidad ante el electorado en 2025.