El senador Miguel Ángel Yunes Márquez decidió retirar su solicitud de afiliación a Morena, luego de que diversos actores del partido, incluida la gobernadora de Veracruz, Rocío Nahle, manifestaran su rechazo. En una carta dirigida a la presidenta del partido, Luisa María Alcalde, el legislador expresó que su intención nunca fue generar división ni debate interno, sino aportar al movimiento político encabezado por la presidenta Claudia Sheinbaum.

La controversia surgió tras la solicitud formal de Yunes Márquez para unirse a Morena el 18 de febrero. Sin embargo, su incorporación fue impugnada de inmediato por Nahle, quien solicitó a la Comisión de Honestidad y Justicia del partido que rechazara su registro, argumentando que el senador no representaba los principios del movimiento. Además, la gobernadora veracruzana aseguró tener pruebas de que el legislador estaba involucrado en delitos como lavado de dinero.

Otro factor que influyó en la salida de Yunes Márquez fue su estatus partidario. A pesar de haber sido expulsado del PAN tras votar a favor de la reforma judicial promovida por Morena, la dirigencia del partido guinda señaló que su registro aún aparecía vigente en el Instituto Nacional Electoral (INE), lo que invalidaba su solicitud de afiliación. Asimismo, se destacó que el senador había manifestado su intención de impugnar la decisión del PAN.

El rechazo a su afiliación también se debió al historial político y familiar del senador. Miembro del influyente clan Yunes, que ha ocupado posiciones clave en Veracruz desde el PRI y el PAN, su acercamiento a Morena fue visto con desconfianza por varios sectores del partido, que lo acusaron de oportunismo político. En redes sociales, diversos militantes expresaron que la lucha de Morena contra la corrupción no era compatible con la inclusión de figuras como Yunes Márquez.

Pese a la polémica, el senador reiteró su respaldo al gobierno de Claudia Sheinbaum y aseguró que seguirá formando parte del grupo parlamentario de Morena en el Senado. En su misiva, destacó que su decisión de afiliarse surgió del respaldo que ha recibido dentro del movimiento, especialmente por parte de la presidenta y de sus compañeros senadores, encabezados por Adán Augusto López Hernández.

El episodio refleja las tensiones internas en Morena respecto a la inclusión de políticos provenientes de otros partidos. La reciente campaña de afiliación impulsada por el partido ha generado debate sobre los criterios para sumar nuevos integrantes, en especial cuando se trata de figuras con antecedentes polémicos.

A pesar del revés en su intento de afiliarse, Yunes Márquez insistió en que su intención nunca fue generar conflictos dentro de Morena. «Espero de esta manera contribuir a la unidad de voces y voluntades necesarias para llevar a cabo los altos objetivos delineados por el gobierno de la República», afirmó en su carta.

Este caso deja en evidencia que, si bien Morena ha abierto sus puertas a nuevos integrantes, la incorporación de figuras con historial político adverso al movimiento enfrenta una fuerte resistencia interna. La controversia en torno a Yunes Márquez podría marcar un precedente sobre los límites de la inclusión dentro del partido en el poder.

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