Finalmente llegó la fecha. Lo que empezó como una idea; siguió como una batalla legislativa y devino en una reforma constitucional, anoche se volvió una realidad política para todo nuestro país. Ayer primero de junio de 2025 se llevó a cabo la primera elección para elegir Ministros, Magistrados y Jueces del Poder Judicial, (además del proceso electoral de Veracruz y Durango).
Datos oficiales del INE (Ver aquí) refieren que se tuvo alrededor de un 13% de participación electoral; esto es, un abstencionismo de 87% y que esa cifra por sí misma deslegitima el proceso de ayer.
Por otra parte, hay quienes señalan que la implementación de la elección fue caótica, por la cantidad de puestos en juego, por el mecanismo de votación, que sustituyó al tradicional cruce, por el de números; por el raquítico presupuesto que se le asignó al INE para llevar a cabo esta jornada; por el tiempo aproximado que tomó emitir el voto (entre 12 y 15 minutos).
A estos dos primeros puntos es sencillo responderlos (con realismo político):
- Desde luego que Morena iba a cantar este nivel de participación (o el que fuera) como un éxito. Es un ejercicio inédito en el México reciente, y servirá de termómetro para medir la capacidad de movilización en cada estado y en cada región.
- No importa el nivel de complejidad, la verdadera intención de la elección era defenestrar a los Ministros en funciones; tomar por completo el Poder Judicial, y dinamitar cualquier posibilidad de que les sea arrebatado en el mediano- largo plazo. Esto se logró de manera contundente.
Hay mucho que corregir para la próxima votación judicial, quizás veremos modificaciones a leyes reglamentarias, o la gradualidad para elegir los cargos. El tiempo lo irá dictando. Por lo pronto, lo que vendría bien ir entendiendo, es que lo que nació ayer es un nuevo régimen político en México, del que seguramente estaremos hablando por décadas.
NOTA
En medio de lo que esta elección significa políticamente en toda la República, hubo campañas serias, decorosas e interesantes que sí despertaron entusiasmo entre algunos contemporáneos. Es el caso de Rodrigo Garduño, de quien en próximos días habrá la confirmación de su triunfo como Juez de Distrito en materia laboral. ¡Enhorabuena!
