La colocación de seis letreros con la leyenda de “zona restringida” en Playa Bagdad, Tamaulipas, por parte de un grupo de personas que ingresó en lancha desde Estados Unidos, detonó una fuerte polémica binacional sobre los límites territoriales en esa franja costera y el origen real de las estructuras. Los avisos, redactados en inglés y español y atribuidos al Departamento de Defensa estadounidense, prohibían el acceso, las fotografías y la elaboración de mapas, además de advertir que cualquier persona o vehículo podría ser detenido y registrado, lo que generó preocupación social y ambiental al ser un punto identificado históricamente como territorio mexicano.
El colectivo ambiental Conibio Global documentó el incidente la mañana del lunes, registrando a al menos cuatro individuos instalando estacas metálicas y los polémicos señalamientos tras ingresar por la boca del río Bravo. De inmediato solicitaron la intervención de autoridades mexicanas, y la Secretaría de Marina acudió al sitio para retirar las estructuras. Según explicó la dependencia, la sección mexicana de la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA) iniciará consultas técnicas para revisar mapas, instrumentos y tratados que determinan la frontera, dado que el cauce del río Bravo cambia constantemente por procesos de azolvamiento.
Aquí fotos de los responsables que se han querido apropiar de Playa Bagdad en México.
— Eduardo (@Eduardo_DSales) November 18, 2025
Así mismo pasa en otra regiones de México dice estadounidenses reclaman territorios enteros de playas mexicanas en su favor.
La invasión a México está siendo de manera lente pero continúa. pic.twitter.com/z5pJudDGDC
🚨 Incidente en Playa Bagdad, Matamoros
— Azteca (@MORRIS80766176) November 18, 2025
Pescadores denunciaron que presuntos militares o personal de EE.UU. cruzaron el Río Bravo en lancha y colocaron 6 letreros de “Área Restringida del Departamento de Defensa”.
La Marina mexicana los retiró de inmediato y restableció el… pic.twitter.com/v8ai7eKNCO
Durante su conferencia matutina, la presidenta Claudia Sheinbaum señaló que ni la embajada ni el consulado de Estados Unidos tenían registro oficial de la instalación. Sin embargo, posteriormente “un área del gobierno estadounidense” afirmó que sí se contrató a una empresa para colocar los letreros, aunque sin especificar detalles. Dicha postura abrió un nuevo frente de dudas, pues incluso fuentes estadounidenses consultadas consideran que el formato y el texto coinciden con lineamientos del Departamento de Defensa, pero no han confirmado que provengan de autoridades federales.
La polémica se amplificó cuando el presidente de Conibio Global, Jesús Elías Ibarra, calificó el hecho como una “invasión” que vulnera la soberanía mexicana y recordó que esa zona alberga un ecosistema altamente sensible donde han sido documentados manatíes, cocodrilos, aves migratorias y especies en peligro de extinción. Señaló además que la empresa SpaceX ha dejado restos de cohetes en costas mexicanas tras lanzamientos desde Texas, sugiriendo —sin evidencia concluyente— que una firma privada podría estar detrás de estas intervenciones que afectan tanto el territorio como la fauna.
Las dudas sobre el límite territorial se incrementaron luego de que el gobernador de Tamaulipas, Américo Villarreal, reconociera que el cauce del río Bravo podría haberse desplazado hasta 100 metros hacia el norte, lo que explicaría la confusión sobre la delimitación precisa. Explicó que el área donde se encontraron las señales coincide con una zona de bancos de arena donde el afluente ha cambiado gradualmente su ruta. De acuerdo con los tratados de 1848, 1853 y la Convención de 1884, estos movimientos requieren revisiones binacionales para determinar si la frontera debe ajustarse.
El alcalde de Matamoros, Alberto Granados, expresó molestia y exigió respeto al territorio mexicano, afirmando que el cruce en lancha fue “ilegal” y que situaciones así deben ser evitadas mediante mayor coordinación con el Instituto Nacional de Migración. Insistió en que Playa Bagdad pertenece indiscutiblemente a México y debe resguardarse de intervenciones no autorizadas, ya sean gubernamentales o privadas. El edil agregó que pescadores y habitantes fueron los primeros en alertar sobre la presencia de los extranjeros.
