Este 3 de enero, en diversos puntos de Culiacán, Sinaloa, aparecieron narcomantas firmadas por «La Chapiza», grupo asociado al Cártel de Sinaloa, con mensajes dirigidos a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum. Las mantas, colocadas en puentes y espacios públicos, contenían advertencias y críticas hacia las acciones de seguridad implementadas por el gobierno federal.
En los mensajes, el grupo criminal expresó su descontento con los operativos realizados en la región, particularmente aquellos dirigidos a líderes del crimen organizado. Aunque las autoridades no han revelado el contenido exacto de las narcomantas, señalaron que contenían amenazas y exigencias relacionadas con la presencia militar en Sinaloa.
Claudia Sheinbaum condenó los hechos y reafirmó su compromiso con la estrategia de seguridad de su gobierno, que incluye el fortalecimiento de la presencia de las Fuerzas Armadas en las zonas más afectadas por el narcotráfico. “No cederemos ante ningún grupo criminal. La prioridad es garantizar la paz y la seguridad de los ciudadanos”, afirmó la mandataria.
Por su parte, el gobierno estatal, encabezado por Rubén Rocha Moya, informó que las mantas fueron retiradas rápidamente y que ya se investiga a los responsables. Además, se reforzaron las medidas de seguridad en la capital sinaloense y sus alrededores para evitar nuevas manifestaciones de este tipo.
Este incidente subraya la tensión entre las autoridades y los grupos delictivos en regiones donde el narcotráfico tiene una fuerte presencia. La colocación de narcomantas es una estrategia recurrente de los cárteles para enviar mensajes de desafío o presión a las autoridades, y representa un reto constante para el gobierno en su lucha contra el crimen organizado.