Palabras Mayores

En 1843, el escritor y político italiano Alessandro Manzoni publicó una novela de investigación (cuyo título replicamos para esta columna), basada en un hecho real ocurrido en 1630 en Milán, en el contexto de la epidemia de peste que azotaba a la región. Cuatro personas fueron acusadas de esparcir deliberadamente ungüentos que contenían la enfermedad. Luego de un infernal proceso judicial, fueron declaradas culpables y, para que quedara constancia de la ejemplar sentencia, se determinó derribar la casa del principal imputado, levantar ahí mismo una columna, y sobre ella, grabar en una lápida la resolución, para que sirva de escarmiento a los demás.

Me vino a la mente esta novela porque ayer finalizó una parte de la sentencia SER-PSC-94/2024 emitida por el Tribunal Electoral del PJF en contra de la ciudadana Karla María Estrella Murrieta, con motivo de un comentario en su red social X en contra de la Diputada Diana Karina Barreras. En la “ejemplar sentencia” se obligó a la ciudadana a publicar este mensaje durante 30 días seguidos:

“Te pido una disculpa, DATO PROTEGIDO, por el mensaje que estuvo cargado de violencia simbólica, psicológica, por interpósita persona, digital, mediática y análoga, así como de discriminación, basado en estereotipos de género. Esto perjudicó tus derechos político-electorales porque minimizó tus capacidades y trayectoria política”.

Lo anterior, en el entendido de que es una disculpa pública por “Violencia Política de Género”. Por si esta humillación no fuera suficiente, la sentenciada también fue obligada a tomar un curso de concientización sobre igualdad de género, al pago de una multa y —como cereza del pastel— fue inhabilitada temporalmente para postularse a ningún cargo de elección popular, pues fue inscrita en el Registro Nacional de Personas Sancionadas en materia de Violencia Política contra las Mujeres.

Dentro de esta penosa historia de abuso de poder y censura, no todo es malo, pues como respuesta espontánea miles de usuarios en redes sociales protestaron por la despótica actitud de “Dato Protegido”. Adicionalmente, el periodista Jorge García Orozco (Emeequis) ha documentado de manera extraordinaria el estilo de vida tanto de la diputada como de su esposo, el también diputado Sergio Gutiérrez Luna, quienes, tan solo entre ropa y joyería, han exhibido más de cinco millones de pesos.

También se documentó que la diputada ha presentado únicamente tres iniciativas en el Congreso, y Gutiérrez Luna, seis. SGL preside la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, cuenta con 41 asesores y su última propuesta fue poner en letras de oro en el recinto parlamentario “México-Tenochtitlán”.

Bastante caros y sensibles resultaron “los representantes del pueblo”, y pensar que Gutiérrez Luna soñaba con ser gobernador de Veracruz. Ayer terminó el cumplimiento de una sentencia, pero quedó el precedente: “historia de la sentencia infame”.

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