Cuatro hombres fueron encontrados sin vida en el municipio de La Unión, Guerrero, envueltos en bolsas negras y con impactos de bala. Tres de ellos eran comerciantes de muebles provenientes del Estado de México, quienes habían sido reportados como desaparecidos días antes en el municipio de Tecpan de Galeana, mientras que el cuarto cuerpo aún no ha sido identificado.
Los comerciantes, identificados como Ricardo Ramírez Ruíz, de 39 años; José Mario Ramírez Talavera, de 24; y José Óscar Ortiz Villaseñor, de 28, llegaron a Tecpan de Galeana para vender muebles y colchones, pero fueron privados de su libertad por sujetos armados. Sus familiares interpusieron una denuncia ante las autoridades, y días después, el padre de uno de ellos, acompañado de dos amigos, viajó a la Costa Grande para buscarlos. Sin embargo, ellos también fueron asesinados y hallados dentro de un vehículo en la misma zona.
El hallazgo de los cuatro cuerpos ocurrió en la madrugada del miércoles, cuando fueron encontrados a la orilla de la carretera Zihuatanejo–La Unión, cerca del entronque a la comunidad de Lagunillas. Las víctimas estaban desnudas, en estado de descomposición y envueltas en sábanas y bolsas de plástico negras. La Fiscalía de Guerrero inició la carpeta de investigación correspondiente para esclarecer los hechos.
El crimen de los comerciantes y de sus familiares se suma a una serie de actos de violencia en la región, donde operan distintos grupos del crimen organizado. De acuerdo con un informe del gobierno de Guerrero, en Tecpan de Galeana tiene presencia la organización criminal Los Granados, mientras que en La Unión opera la célula de Los Viagras. Además, en la Costa Grande se han identificado otros grupos como Los Arreola, Los Maldonado, el Cártel Jalisco Nueva Generación y La Familia Michoacana.
Las autoridades han desplegado operativos en la zona para tratar de contener la violencia, pero la región sigue siendo escenario de enfrentamientos y asesinatos. En meses recientes, se han registrado ataques a fuerzas de seguridad, así como homicidios en eventos públicos como peleas de gallos y partidos de fútbol. En octubre pasado, 13 elementos de la Policía Municipal de Coyuca de Benítez fueron ejecutados por un grupo armado, sin que hasta la fecha se tengan avances en la investigación.
El asesinato de los comerciantes y sus familiares evidencia la vulnerabilidad en la que se encuentran quienes transitan y trabajan en la Costa Grande de Guerrero. Mientras la violencia persista y las investigaciones no avancen, los ciudadanos seguirán expuestos a estos crímenes impunes.
