El senador de Morena, Gerardo Fernández Noroña, respondió a críticas sobre la adquisición de una casa valuada en 12 millones de pesos en Tepoztlán, Morelos, asegurando que no está obligado a vivir en austeridad. Durante un encuentro con estudiantes universitarios en el Senado, el legislador sostuvo que existe una confusión entre la austeridad pública y la austeridad personal, y subrayó que sus ingresos provienen de manera legal a través de un crédito hipotecario.
La confrontación surgió cuando Victoria Montes de Oca, estudiante de Ciencias Políticas de la UAEM, lo cuestionó sobre la congruencia entre su estilo de vida y los principios de austeridad de la llamada Cuarta Transformación. La joven también lo acusó de actitudes misóginas y machistas, recordando la supuesta frase en la que habría mandado a Lilly Téllez a “lavar trastes”. Ante ello, Noroña negó tajantemente haber pronunciado esas palabras y pidió revisar el Diario de Debates para constatarlo.
En su respuesta, el senador explicó que en varias ocasiones debió llamar al orden a Téllez por sus intervenciones escandalosas en tribuna, pero insistió en que jamás recurrió a expresiones ofensivas en su contra. Recordó un episodio en la Comisión Permanente en el que la panista utilizó un megáfono para increpar a legisladores y embajadores, situación que él limitó a moderar conforme a sus funciones como presidente del Senado.
La discusión con los estudiantes derivó en señalamientos sobre la congruencia de los políticos con la austeridad. Noroña defendió su postura argumentando que lo que debe ser austero son las políticas públicas, no la vida personal de los funcionarios. “Si mis ingresos no alcanzan para mis bienes, que me denuncien por enriquecimiento ilícito. No tengo ninguna obligación de ser austero”, dijo.
El legislador calificó como clasista y racista la exigencia de que viva únicamente en la vecindad del Centro Histórico, donde ha habitado por años. Cuestionó por qué no se critica con el mismo énfasis al líder priista Alejandro “Alito” Moreno, quien posee una residencia de 300 millones de pesos y no la incluye en su declaración patrimonial, ni al diputado priista Carlos Gutiérrez Mancilla, quien lo golpeó en la reciente trifulca en el Congreso y porta relojes de hasta seis millones de pesos.
Sobre la polémica propiedad en Tepoztlán, Noroña reiteró que fue adquirida mediante un crédito y acusó a sus detractores de querer desprestigiarlo con campañas mediáticas. Dijo que se trata de un intento por dañar su imagen a través de ataques personales y comparaciones desproporcionadas con otros políticos que poseen bienes mucho más onerosos.
El senador también informó que declinó la custodia ofrecida por la Guardia Nacional tras la agresión que sufrió el 27 de agosto en la Comisión Permanente, cuando fue golpeado por un grupo de legisladores priistas encabezados por Alejandro Moreno. Señaló que la medida de protección no tenía sentido, ya que se limitaba al interior del Senado, mientras que los riesgos se concentran fuera del recinto legislativo.
Finalmente, Fernández Noroña aseguró que continuará su labor legislativa pese a lo que calificó como una campaña sistemática en su contra. Reafirmó su postura de vivir conforme a sus posibilidades y rechazó las acusaciones de incongruencia, enfatizando que seguirá defendiendo sus derechos personales frente a los cuestionamientos públicos.
