La detención del sacerdote Mario “N” en Veracruz ha generado protestas de familiares y amigos de la víctima, quienes demandan que la Fiscalía General del Estado (FGE) actúe con transparencia y sin interferencias de la Iglesia católica. El prelado, de 60 años, enfrenta un proceso por el delito de pederastia agravada en perjuicio de una menor, identificado en la carpeta penal 116/2024.
Los inconformes se manifestaron frente a la diócesis de Córdoba con pancartas que exigían justicia y protección para las infancias. Frases como “la fe no justifica el abuso” y “justicia para Yuli” encabezaron la protesta, en la que también hicieron un llamado a la gobernadora Rocío Nahle García para que su administración garantice que no haya impunidad en delitos contra menores.
De acuerdo con la FGE, los hechos ocurrieron entre agosto de 2020 y junio de 2024, en municipios como Tierra Blanca y Cuitláhuac, donde el sacerdote ejercía su ministerio. En ese periodo, la víctima habría sido agredida sexualmente durante actividades religiosas en las que el acusado tenía cercanía directa con la menor.


Tras las investigaciones, la Fiscalía Especializada en Delitos contra las Mujeres, Feminicidio, Familia y Trata de Personas solicitó la orden de aprehensión que fue ejecutada el 10 de agosto por la Policía Ministerial. El sacerdote fue ubicado en el puerto de Veracruz, a donde habría huido luego de enterarse de las denuncias en su contra.
Posteriormente, un juez de control vinculó a proceso a Mario “N” por pederastia agravada y le impuso prisión preventiva oficiosa como medida cautelar. Actualmente permanece recluido en el penal de “La Toma”, en Amatlán de los Reyes, mientras continúa la investigación complementaria.
La familia de la menor, identificada como Yuli “N”, expresó su preocupación por la posibilidad de que el caso sea influenciado por la Iglesia católica, por lo que anunciaron que mantendrán movilizaciones en Córdoba y Tierra Blanca hasta que se garantice un juicio justo.
Organizaciones civiles también han mostrado respaldo a la familia, advirtiendo que este caso es un ejemplo de la necesidad de reforzar la protección a las infancias y asegurar que delitos de pederastia no queden impunes en Veracruz ni en el país.