El papa Francisco falleció a los 88 años de edad este lunes a las 7:35 de la mañana (hora local) en Roma, según confirmó el cardenal Kevin Farrell, camarlengo de la Santa Romana Iglesia. El líder católico murió menos de 24 horas después de su última aparición pública en la Plaza de San Pedro, durante la celebración del Domingo de Pascua. «El Obispo de Roma, Francisco, regresó a la casa del Padre», anunció Farrell con profunda emoción, reconociendo el compromiso del pontífice con los pobres y marginados y su inquebrantable entrega al Evangelio.
Francisco, de nombre secular Jorge Mario Bergoglio, fue el primer latinoamericano y también el primer jesuita en ser elegido Papa. Su elección, en marzo de 2013, rompió siglos de tradición europea en el Vaticano. Durante su pontificado, promovió una Iglesia más cercana a los necesitados, con un enfoque pastoral y social que marcó una ruptura con las estructuras más rígidas del catolicismo. En sus últimos días, padeció problemas respiratorios que lo mantuvieron hospitalizado por más de un mes. Aunque fue dado de alta recientemente, su salud seguía frágil debido a complicaciones derivadas de una operación pulmonar en su juventud.
Su última aparición pública fue este domingo, cuando saludó desde el balcón de la Basílica de San Pedro y recibió a miles de fieles reunidos para escuchar su mensaje de Pascua. En silla de ruedas, con voz tenue, dejó que un asistente leyera su discurso, en el que pidió paz en Ucrania, Palestina e Israel, y expresó su esperanza en un mundo más justo y compasivo. Habló también del valor de la libertad religiosa, del respeto a las diferencias y del rechazo al miedo como motor de decisiones políticas. Sus palabras finales fueron una súplica por la liberación de prisioneros de guerra y presos políticos.
Las condolencias llegaron rápidamente desde todos los rincones del mundo. El presidente argentino Javier Milei lo despidió como un hombre de fe y sabiduría, destacando el honor de haberlo conocido. Líderes europeos como Emmanuel Macron, Pedro Sánchez y Roberta Metsola también expresaron su pesar, subrayando el legado de humildad, compromiso con la paz y defensa de los más vulnerables que caracterizó al pontífice. El rey Carlos III elogió su compasión y su influencia espiritual en millones de personas.
En el Vaticano, el anuncio de su muerte desató una oleada de emoción. Cientos de personas comenzaron a reunirse espontáneamente en la Plaza de San Pedro para darle el último adiós. Las lágrimas, el silencio respetuoso y las oraciones marcaron las primeras horas de luto. Los funerales están previstos para celebrarse en tres días, y se espera la presencia de miles de fieles, líderes religiosos y representantes de Estado, como ocurrió con Juan Pablo II en 2005.
Con la muerte del papa Francisco, se activa el proceso protocolario establecido por la Iglesia para estos casos. El camarlengo ha sellado el apartamento papal y procederá a destruir el anillo del pescador, símbolo del poder pontificio. No se le practicará autopsia y, según sus deseos, será enterrado en la basílica de Santa María la Mayor, en un sencillo ataúd de madera. El período de duelo durará nueve días, y durante este tiempo el Colegio Cardenalicio se encargará de los asuntos ordinarios de la Iglesia.
La elección de un nuevo papa comenzará entre 15 y 20 días tras el fallecimiento. En ese lapso se convocará un cónclave en la Capilla Sixtina, donde los cardenales menores de 80 años votarán hasta lograr una mayoría de dos tercios. El anuncio de un nuevo líder se dará al mundo con la tradicional fumata blanca y el “Habemus Papam”. Mientras tanto, la Iglesia se encuentra en sede vacante, un momento de transición espiritual e institucional.
El legado de Francisco perdurará por su audaz impulso a una Iglesia más misericordiosa, más abierta y más consciente del sufrimiento humano. Su estilo pastoral, su humildad y sus gestos, como lavarle los pies a presos o dormir en la misma habitación del hospital que cualquier paciente común, marcaron una era de cercanía y renovación dentro del catolicismo. Su voz fue un faro para quienes buscan justicia, paz y dignidad en tiempos turbulentos.