Organizaciones ambientalistas han denunciado la creciente extracción ilegal de musgo y heno en los bosques mesófilos de montaña de Veracruz, actividad que se intensifica durante la temporada navideña. Estos recursos naturales, utilizados principalmente para la decoración de nacimientos, son esenciales para el equilibrio ecológico, ya que contribuyen a la retención de humedad, la prevención de erosión y el soporte de diversas especies de flora y fauna.
La tala indiscriminada y el saqueo de musgo y heno han puesto en riesgo a los bosques mesófilos, uno de los ecosistemas más biodiversos y vulnerables del país. Según activistas, la recolección descontrolada no solo daña el entorno, sino que también amenaza las fuentes de agua que dependen de estos bosques, afectando directamente a las comunidades locales.
A pesar de que esta práctica está regulada por la Ley General de Vida Silvestre, la falta de vigilancia efectiva ha permitido que comerciantes y recolectores ilegales continúen operando. En mercados locales, el musgo y el heno se venden sin restricciones, lo que demuestra una brecha entre la normativa ambiental y su aplicación.
En respuesta, grupos ambientalistas han exigido a las autoridades estatales y federales reforzar los operativos de inspección y sancionar a quienes extraen y comercializan estos recursos sin permiso. Además, proponen campañas de educación ambiental para sensibilizar a la población sobre el impacto de esta actividad y promover alternativas sostenibles, como musgo artificial o materiales reciclados.
La extracción ilegal no solo pone en peligro la biodiversidad de los bosques, sino también el bienestar de las comunidades que dependen de los servicios ecosistémicos que estos proporcionan. Preservar los bosques mesófilos de montaña es una tarea urgente que requiere la colaboración entre autoridades, organizaciones y sociedad civil para garantizar la conservación de estos ecosistemas únicos.
