Una explosión ocurrida la tarde ayer miércoles en el barrio San Pablo, en Chimalhuacán, Estado de México, dejó como saldo trágico un muerto y cinco heridos, tres de ellos menores de edad. El siniestro se produjo en un domicilio utilizado como taller clandestino de pirotecnia, ubicado en una zona de difícil acceso.
La detonación, que ocurrió alrededor de las 17:50 horas, fue provocada por la acumulación de gas y la presencia de pólvora almacenada en el lugar, según informes de Protección Civil estatal. La explosión generó una fuerte onda expansiva que dañó al menos 20 viviendas cercanas y obligó a evacuar a 150 personas. Una columna de humo se alzó sobre el barrio y pudo ser vista desde varios kilómetros a la redonda.
Vecinos intentaron controlar el incendio inicial lanzando cubetadas de agua, pero las llamas no cedieron hasta la llegada de los bomberos y personal de emergencia. Uno de los heridos, un niño, falleció más tarde en el hospital general conocido como «90 camas», mientras que los demás afectados fueron trasladados a diferentes hospitales de la región. Algunos presentan quemaduras graves, y su estado de salud es reportado como reservado.
La #GuardiaNacional activó el #PlanDNIIIE tras registrarse la explosión de un polvorín en el municipio de #Chimalhuacán, #EdoMéx. En la zona se brinda seguridad perimetral para facilitar las tareas de los cuerpos de emergencia. pic.twitter.com/i6FrMcRxs8
— Guardia Nacional (@GN_MEXICO_) January 16, 2025
Estalla polvorín en Chimalhuacán.
— raytep (@raytep) January 16, 2025
Hasta el momento se desconoce número de heridos o si hay muertos.
Vecinos y autoridades apoyaron a sofocar fuego, pero el taller de la colonia San Pablo voló.
Ya hay cuerpos de emergencia en la zona #chimalhuacan pic.twitter.com/4xGrf9UqBP
La fuerza de la explosión dejó el inmueble completamente destruido. Elementos de la Guardia Nacional, la Secretaría de la Defensa Nacional y Protección Civil trabajan en la zona, junto con el Instituto Mexiquense de la Pirotecnia (IMEPI), para atender a los afectados y garantizar la seguridad de los residentes.
Este incidente no es el primero de su tipo en el área, pues hace dos años ocurrió una tragedia similar. A pesar de las regulaciones, la fabricación y almacenamiento clandestino de productos pirotécnicos sigue siendo una actividad peligrosa y frecuente en algunas zonas del Estado de México.
La explosión dejó no solo daños materiales, sino también temor e incertidumbre entre los habitantes, quienes esperan que se tomen medidas más estrictas para prevenir futuras tragedias