El Senado de la República aprobó el ingreso a territorio nacional de 10 militares de las Fuerzas Especiales de Estados Unidos para participar en el adiestramiento conjunto de la Armada de México. La solicitud, enviada por la presidenta Claudia Sheinbaum, obtuvo 107 votos a favor y fue respaldada por legisladores de distintas bancadas. El curso de capacitación se llevará a cabo del 17 de febrero al 28 de marzo en el Centro de Capacitación y Adiestramiento Especializado de Infantería de Marina, en San Luis Carpizo, Campeche.

El objetivo del entrenamiento es fortalecer la capacidad de las Fuerzas de Operaciones Especiales de la Secretaría de Marina (Semar) a través de ejercicios tácticos, operaciones anfibias y combate en distintos entornos. La cooperación con el ejército estadounidense no es nueva, pues durante la administración de Andrés Manuel López Obrador se permitió la entrada de 11 militares de EU con equipo y municiones para ejercicios conjuntos.

La aprobación ocurre en medio de un contexto tenso en la relación bilateral, con el expresidente Donald Trump insistiendo en el despliegue de tropas estadounidenses en México para combatir a los cárteles de la droga. Esta presión ha generado debate sobre el alcance de la cooperación en seguridad entre ambos países. En el Congreso mexicano, el senador del PRI, Rolando Zapata Bello, defendió la iniciativa al señalar que el intercambio de conocimientos fortalece la capacidad operativa de la Marina sin comprometer la soberanía nacional.

El legislador priista advirtió que esta cooperación no debe derivar en una dependencia excesiva de tecnología o entrenamientos extranjeros. “El control sobre nuestras Fuerzas Armadas y la toma de decisiones en seguridad nacional deben permanecer firmemente en manos mexicanas”, afirmó. Sin embargo, la senadora del PAN, Lilly Téllez, aprovechó la discusión para criticar al gobierno de Sheinbaum por su negativa a aceptar la intervención de tropas estadounidenses en la lucha contra los cárteles.

Téllez argumentó que el Estado mexicano no ha logrado frenar la violencia del crimen organizado y que la mayoría de los ciudadanos perciben a los cárteles como grupos terroristas. “Si aceptamos ejercicios de capacitación, ¿por qué no permitir un convenio de cooperación para combatir el narcotráfico?”, cuestionó. Su postura generó reacciones encontradas, con legisladores de Morena defendiendo la soberanía del país y rechazando la presencia de fuerzas extranjeras en operativos de seguridad.

Las Fuerzas Especiales de EU, que capacitarán a la Marina, incluyen a los ‘Boinas Verdes’, expertos en guerra no convencional y contrainsurgencia; los ‘Rangers’, especializados en incursiones en territorio enemigo; y los ‘Acechadores Nocturnos’, una unidad de aviación que opera helicópteros en misiones nocturnas. Estos equipos cuentan con tecnología de punta, armas avanzadas y dispositivos de visión nocturna para operaciones en diversos entornos.

La presencia de tropas extranjeras en territorio nacional ha sido un tema históricamente sensible en México. Aunque la capacitación militar es una práctica común en el marco de la cooperación bilateral, la discusión sobre los límites de esta colaboración se mantiene vigente, especialmente ante las presiones externas para una intervención más amplia en la lucha contra el crimen organizado.

La Secretaría de Marina ha señalado que el adiestramiento conjunto con Estados Unidos fortalecerá las capacidades operativas de las Fuerzas Armadas mexicanas, sin comprometer la autonomía en materia de seguridad. Mientras tanto, el debate sobre la estrategia para combatir el narcotráfico y el papel de la cooperación internacional sigue abierto en el Congreso.

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