Este sábado, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó la imposición de aranceles del 25% a las importaciones provenientes de México y Canadá, desatando una nueva crisis comercial con sus principales socios. La medida, anunciada oficialmente por la Casa Blanca, busca presionar a ambos países para endurecer sus políticas contra el tráfico de drogas y la migración indocumentada. Sin embargo, expertos advierten que estas tarifas podrían afectar gravemente la economía de los tres países y desencadenar represalias comerciales.

El comercio entre Estados Unidos, México y Canadá representa aproximadamente 1.6 billones de dólares al año. Dentro de las industrias más afectadas se encuentran la automotriz, la energética y la agrícola. México exporta anualmente a su vecino del norte vehículos por un valor de 87 mil millones de dólares y autopartes por 64 mil millones. Con los nuevos aranceles, los precios de los automóviles podrían aumentar drásticamente, impactando a consumidores y fabricantes.

En el sector energético, Canadá exporta petróleo y gas a Estados Unidos por 97 mil millones de dólares anuales, lo que lo convierte en el principal proveedor de hidrocarburos del país. Expertos del sector estiman que la nueva tarifa podría elevar el costo de la gasolina entre 25 y 75 centavos de dólar por galón, afectando especialmente a las regiones del Medio Oeste y los Grandes Lagos.

La industria agrícola también sufrirá las consecuencias. México exporta a Estados Unidos productos agrícolas por 46 mil millones de dólares al año, incluyendo aguacates, verduras frescas y cerveza. Con los nuevos aranceles, el precio de estos productos aumentará considerablemente, encareciendo la canasta básica para los consumidores estadounidenses. Empresas como Constellation Brands, importadora de cervezas como Corona y Modelo, estiman que sus costos aumentarán un 16%, lo que podría traducirse en incrementos de precios para los consumidores.

Ante la decisión de Trump, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, aseguró que su gobierno cuenta con diversas estrategias para hacer frente a los aranceles y que México defenderá su soberanía y economía. “Siempre vamos a mantener el diálogo, pero también estamos preparados con un plan A, B y C para cualquier escenario”, afirmó la mandataria. Además, el gobierno mexicano analiza la posibilidad de responder con aranceles a productos estadounidenses si la situación se agrava.

Expertos en comercio internacional advierten que la imposición de aranceles podría ser una estrategia de Trump para presionar a México y Canadá a renegociar el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), cuya revisión está programada para 2026. Según Michael Robinet, de S&P Global Mobility, esta medida busca obligar a sus socios a aceptar cambios en las reglas comerciales en favor de la industria estadounidense.

La incertidumbre económica generada por los aranceles ya ha impactado a los mercados financieros. El peso mexicano y el dólar canadiense se debilitaron frente al dólar estadounidense, mientras que las acciones de empresas automotrices y del sector energético registraron caídas significativas. Analistas del Instituto Peterson de Economía Internacional advierten que, de mantenerse la medida, la economía mexicana podría contraerse hasta un 2% este año.

A pesar del anuncio de la Casa Blanca, sectores empresariales tanto en México como en Estados Unidos han expresado su escepticismo sobre la aplicación inmediata de los aranceles. Larry Rubin, presidente de la American Society, señaló que aún existen posibilidades de que las negociaciones eviten un conflicto comercial de gran escala. No obstante, la incertidumbre persiste, y la relación entre los tres países atraviesa su momento más tenso en años.

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