Tras casi cuatro años prófugo, Gerardo Rodríguez García, ex policía municipal de Cuautitlán Izcalli, fue detenido en Veracruz por su presunta implicación en el homicidio del actor Octavio Ocaña, conocido por su papel de Benito en la serie “Vecinos”. La Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) confirmó su captura y anunció que será trasladado a un penal mexiquense para quedar a disposición del juez. El caso, ocurrido en octubre de 2021, marcó un capítulo doloroso para la familia Ocaña, que nunca dejó de exigir justicia.
La noticia fue dada a conocer por la propia Bertha Ocaña, hermana del actor, quien entre lágrimas celebró que finalmente se diera este paso. “Si lloro, son lágrimas de felicidad, lágrimas de justicia. Hoy puedo voltear al cielo y decirle a mi hermano: se logró tu justicia”, expresó Bertha en una transmisión en vivo. Según ella, funcionarios de la FGJEM le notificaron personalmente sobre la detención, algo que esperaban desde hace años.
El asesinato del actor conmocionó al país. El 29 de octubre de 2021, Ocaña murió de un disparo en la cabeza dentro de su camioneta, tras una persecución policial en la autopista Chamapa-Lechería. En un inicio, las autoridades aseguraron que el joven se disparó accidentalmente, pero peritajes independientes evidenciaron posibles irregularidades en la actuación policial, incluyendo uso excesivo de la fuerza, lo que llevó a responsabilizar a varios agentes.
Gerardo Rodríguez logró escapar y mantenerse oculto por años. De acuerdo con los abogados de la familia Ocaña, el ex policía incluso cambió su apariencia física para evitar ser identificado. A pesar de estos intentos, la Fiscalía logró ubicarlo y ejecutar la orden de aprehensión que pesaba sobre él desde 2021. Ahora, enfrentará un proceso legal en el Estado de México por homicidio doloso, al igual que su compañero, Leopoldo Azuara, quien fue condenado a más de 20 años de prisión en diciembre pasado.
La detención ocurre en medio de momentos familiares complicados para los Ocaña, quienes recientemente protagonizaron titulares por la separación de los padres del actor, Ana Lucía Ocaña y Octavio Pérez, marcada por acusaciones de infidelidad y disputas por las regalías del joven fallecido. Sin embargo, la familia ha mantenido firme su lucha por justicia, algo que hoy les brinda un poco de alivio.
El caso de Octavio Ocaña se ha convertido en un símbolo de los problemas de violencia e impunidad que enfrenta México, sobre todo cuando se trata de abusos de autoridad. La familia ha reiterado que no dejará de buscar una sentencia ejemplar para todos los implicados, esperando que esta detención sea un paso importante para cerrar un capítulo doloroso y, sobre todo, para enviar un mensaje claro de que la justicia puede alcanzarse, aunque tarde.
