Un presunto desfalco financiero por más de 7.5 millones de pesos ha generado molestia e incertidumbre entre los socios del Club Britania Xalapa, luego de que el actual Consejo de Administración, encabezado por Gerardo Rafael Garza Dávila, hiciera público un informe en el que se expone la situación económica crítica que enfrenta el club. La revelación se dio a conocer mediante lonas colocadas en el acceso principal de las instalaciones el pasado 15 de junio, donde se detalla que el déficit es resultado de prácticas administrativas irregulares realizadas en gestiones anteriores.
Según el documento oficial, el déficit operativo asciende a 4 millones 818 mil pesos, originado por pasivos heredados, uso anticipado de cuotas correspondientes a diciembre de 2024 y pagos fiscales postergados. Sin embargo, la cifra total acumulada de pasivos y contingencias financieras se eleva a 7 millones 554 mil 315.53 pesos. La noticia desató preocupación entre los socios, quienes ahora enfrentan la posibilidad de cubrir una cuota extraordinaria para subsanar la falta de liquidez y garantizar la operación continua del club.



La situación es aún más delicada porque, hasta el momento, no se ha presentado denuncia formal contra los presuntos responsables de este desfalco. Los socios han manifestado su inconformidad por la falta de acciones legales claras y exigen una auditoría exhaustiva que esclarezca cuándo comenzaron las irregularidades, quiénes estuvieron involucrados y cuál fue el destino de los recursos millonarios faltantes.
El expresidente del Consejo de Administración, Wilki Sánchez Sánchez, se deslindó de cualquier responsabilidad, asegurando que al término de su gestión entregó los estados financieros en regla. No obstante, el conflicto se ha complicado debido a que fue él mismo quien propuso a Gerardo Rafael Garza Dávila para encabezar la actual administración, lo que ha generado dudas y desconfianza entre algunos miembros del club.
Además de las sospechas por las finanzas, también surgieron señalamientos de presunto acoso laboral y decisiones unilaterales que, de acuerdo con fuentes internas, estarían afectando tanto a socios como a trabajadores del club. Esto ha avivado el descontento generalizado y la exigencia de rendición de cuentas clara y pública por parte del Consejo de Administración.
El informe presentado argumenta que el deterioro económico también se debe al impacto de la inflación acumulada en los últimos tres años, así como al incremento del salario mínimo en más del 50 por ciento, lo que ha elevado los costos de operación. Asimismo, se señala que las cuotas de mantenimiento del Club Britania son de las más bajas de la región, situación que compromete la calidad de los servicios ofrecidos y la conservación de las instalaciones.
A pesar de la presión de los socios, hasta ahora el Consejo no ha convocado a una asamblea extraordinaria ni ha emitido una explicación oficial más allá de las lonas informativas. Los miembros del club insisten en que cualquier intento de trasladar la carga financiera a los usuarios debe ser respaldado por procesos de auditoría externos y la intervención de las autoridades competentes si corresponde.