Un grupo armado perpetró uno de los robos más significativos en lo que va del año al interceptar un tractocamión cargado con al menos 33 toneladas de concentrado de oro y plata, propiedad del Grupo Minero Bacis, en una carretera cercana a Guadalajara, Jalisco. Según informó la propia empresa a través de un comunicado, el atraco ocurrió mientras la unidad de la empresa Fletes Durango S.A. de C.V. transportaba el cargamento rumbo al puerto de Manzanillo, Colima.
El vehículo con número económico 104 fue interceptado por delincuentes que viajaban en dos vehículos blancos con cristales polarizados. Durante el ataque, los asaltantes neutralizaron a los guardias de seguridad privada y al chofer del camión, privándolos de su libertad durante aproximadamente una hora y media. Posteriormente, fueron liberados sin lesiones visibles y dieron parte a la Guardia Nacional desde la caseta de cobro de Chapala, sin que hasta ahora se tenga información del paradero de la carga sustraída.
Aunque el tractocamión fue recuperado, las 33 toneladas de metales preciosos —una mezcla de concentrados de oro y plata— no han sido localizadas. El Grupo Minero Bacis lamentó el incidente, al que calificó como un golpe que afecta no solo al giro del negocio minero, sino también a los ingresos nacionales, dado que parte de su producción se destina a mercados internacionales. En tanto, por seguridad de sus trabajadores, la empresa decidió suspender temporalmente sus operaciones hasta garantizar condiciones seguras.
Hasta el momento, ninguna autoridad federal o estatal ha confirmado la detención de personas involucradas ni ha precisado con exactitud el punto de la carretera donde se cometió el asalto. Tampoco han ofrecido detalles oficiales sobre el seguimiento a las investigaciones o el valor estimado del botín, aunque este podría ascender a varios millones de dólares, considerando los precios actuales del oro y la plata en los mercados internacionales.
Grupo Minero Bacis es una empresa con una larga trayectoria en México. Su historia se remonta formalmente a 1946, cuando los hermanos Gutiérrez Monárrez adquirieron la mina “El Herrero” en Durango. Desde entonces, ha sido un actor clave en la industria minera del país, desarrollando infraestructura en comunidades rurales y comercializando concentrados minerales a nivel nacional e internacional.