El trágico accidente del buque escuela Cuauhtémoc de la Armada de México en el Puente de Brooklyn, ocurrido la noche del sábado en Nueva York, ha conmocionado tanto a México como a Estados Unidos. La colisión dejó un saldo de dos marinos fallecidos y más de veinte heridos, algunos de ellos de gravedad. El velero, con 277 tripulantes a bordo, se encontraba realizando una gira internacional de buena voluntad cuando, por causas aún en investigación, impactó con la estructura del puente, provocando el colapso de sus mástiles y la caída de varios cadetes desde gran altura.
Las víctimas mortales fueron identificadas como América Yamilet Sánchez, una cadete de 20 años originaria de Veracruz, y Adal Jair Maldonado Marcos, un marinero de 23 años de Oaxaca. Ambos se encontraban en los mástiles al momento del accidente y fallecieron tras caer violentamente al ser derribadas las estructuras. La madre de América la recordó como una estudiante ejemplar y luchadora, mientras que amigos de Adal Jair destacaron su pasión por el mar y su sueño cumplido de embarcarse en el Cuauhtémoc, también conocido como el “Caballero de los Mares”.
#Ahora informan que el incidente en donde se estrella el Buqué Mexicano #cuahutemoc con el puente de #Brooklyn en #NYC se debió a una falla en la potencia del navío. Siguen las investigaciones.
— RAMIRO ESCOTO DIGITAL (RED) (@Ramiro_Escoto) May 18, 2025
Tras el incidente, varias embarcaciones policiales se apresuraron para evitar otro… pic.twitter.com/C354IR5gxI


De acuerdo con versiones oficiales, el buque perdió potencia minutos después de zarpar del Muelle 17 en Manhattan, situación que impidió maniobrar de forma adecuada. En ese momento, la embarcación fue arrastrada por la corriente hacia el Puente de Brooklyn, impactando sus mástiles —de más de 48 metros de altura— contra la base del mismo. Aunque el puente no sufrió daños estructurales, la Armada confirmó que el buque sufrió severos desperfectos en su parte superior y que el regreso de los tripulantes se realizará en los próximos días.
Una de las principales interrogantes es el papel del remolcador Charles D. McAllister, de más de 50 años de antigüedad, que estaba asignado para asistir al Cuauhtémoc. Según reportes, el remolcador no estaba amarrado al velero, sino que lo empujaba desde un costado. Esto limitó su capacidad de reacción una vez que el buque perdió el control. Expertos navales han cuestionado duramente la falta de una línea de remolque y la decisión de utilizar solo un remolcador antiguo, cuando existen otros más potentes y maniobrables en la bahía de Nueva York.
La Guardia Costera de Estados Unidos y la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB, por sus siglas en inglés) lideran las investigaciones, las cuales apuntan a una combinación de factores: una aparente falla mecánica en el timón del Cuauhtémoc, condiciones meteorológicas adversas con fuertes vientos del noreste, y una maniobra de remolque deficiente. La Marina de México ha prometido total transparencia en los resultados que se obtengan de estas pesquisas.
Especialistas internacionales han advertido que con una maniobra adecuada el accidente pudo haberse evitado. Capitanes mercantes han señalado que el remolcador debió estar amarrado al buque o, en su defecto, haberse usado al menos dos unidades para mantener el velero en posición perpendicular a la corriente. Las imágenes del incidente muestran cómo, tras ser soltado, el Cuauhtémoc retrocede sin control hacia el puente, mientras el remolcador intenta infructuosamente volver a emparejarlo.

El senador de Nueva York, Charles Schumer, criticó públicamente la falta de asistencia oportuna por parte del remolcador, y exigió una revisión a fondo del protocolo que se siguió en la operación. En tanto, la empresa McAllister Towing, responsable del remolcador, admitió su participación en la maniobra y expresó su disposición a colaborar con las autoridades para esclarecer los hechos. La compañía opera una flota de 64 remolcadores, de los cuales 18 se encuentran en la bahía de Nueva York; sin embargo, el que se utilizó es el más antiguo de todos.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, lamentó profundamente el accidente y expresó su solidaridad con las familias afectadas. También confirmó que funcionarios mexicanos trabajan en conjunto con autoridades estadounidenses para esclarecer el caso. Mientras tanto, el cuerpo de América Yamilet será homenajeado en una ceremonia privada en la Escuela Naval de Veracruz, antes de ser trasladado a su hogar.
Los testimonios de testigos y los análisis técnicos que han comenzado a circular han generado una fuerte presión para esclarecer a fondo lo ocurrido. La Armada mexicana deberá responder por qué se permitió una maniobra con tantos elementos en contra: una embarcación parcialmente desprotegida, en condiciones climáticas desafiantes y con un remolcador limitado en capacidades. Para muchos, el accidente representa no solo una tragedia humana, sino un severo llamado de atención sobre las condiciones en que operan buques insignia en misiones diplomáticas y de formación.