El empresario Carlos Slim, a través de su filial Energías Alternas, Estudios y Proyectos de Grupo Carso, obtuvo una concesión de 30 años por parte de la Secretaría de Energía (Sener) para explotar recursos geotérmicos en Celaya, Guanajuato. El permiso, publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF), otorga a la compañía el derecho de uso y aprovechamiento exclusivo del área geotérmica denominada Celaya, con el objetivo de generar energía eléctrica y destinar el recurso a otros usos industriales y de calefacción.
De acuerdo con el documento oficial, la concesión es de carácter temporal y no otorga derechos reales de propiedad sobre los recursos, sino un título limitado a tres décadas. Con ello, la empresa de Slim, considerado el hombre más rico de México, fortalece su participación en el sector energético con un proyecto estratégico en el centro del país. El área de Celaya es clave dentro de los planes del gobierno de Claudia Sheinbaum para diversificar la producción energética y apostar por renovables como la geotermia.
Actualmente, Grupo Carso desarrolla en Guanajuato una central de energía geotérmica con capacidad instalada de 26 megavatios y una inversión aproximada de 80 millones de dólares. De acuerdo con estudios técnicos previos, la zona de explotación conocida como “Celaya 14” podría ser una extensión del campo geotérmico Los Azufres, uno de los más importantes del país. Esta concesión permitirá ampliar el alcance del proyecto y aprovechar de forma más eficiente el calor del subsuelo.
México ocupa el sexto lugar mundial en capacidad instalada de generación eléctrica a partir de energía geotérmica. Esta tecnología utiliza el calor natural de la Tierra, que al convertirse en vapor mueve turbinas para producir electricidad. Además de electricidad, el recurso puede aprovecharse en procesos industriales y sistemas de calefacción, lo que lo convierte en una alternativa estratégica dentro de la transición energética nacional.
La apuesta de Slim en este rubro no es aislada. En abril de 2025, GSM-Bronco, otra filial de Grupo Carso, ganó una licitación para perforar tres pozos geotérmicos exploratorios en Baja California, con una oferta de 45 millones de dólares, superando a competidores internacionales. Con ello, el conglomerado refuerza su presencia como uno de los principales aliados privados en la estrategia energética federal.
La política energética de la administración Sheinbaum ha priorizado el impulso de fuentes renovables como la geotermia, al tiempo que mantiene alianzas con empresas nacionales para el desarrollo de proyectos de gran escala. Con este nuevo título de concesión, Grupo Carso se coloca en una posición privilegiada para consolidarse como actor central en la diversificación energética del país.