La presidenta Claudia Sheinbaum presentará el próximo 4 de septiembre nuevas líneas de investigación sobre el caso Ayotzinapa, promesa hecha tras una reunión con los padres de los 43 estudiantes desaparecidos, quienes han expresado su preocupación por un posible retorno a la llamada “verdad histórica”. El abogado Vidulfo Rosales informó que el encuentro se realizó en Palacio Nacional, donde la mandataria se comprometió a entregar detalles de las nuevas indagatorias, desarrolladas por un grupo especial.

El caso, ocurrido la noche del 26 de septiembre de 2014, sigue siendo uno de los más emblemáticos de desaparición forzada en México. Según la versión original del gobierno de Enrique Peña Nieto, los estudiantes fueron detenidos por policías de Iguala y entregados al crimen organizado, quienes los asesinaron y quemaron en un basurero. Esta versión fue ampliamente refutada por organismos independientes, como el GIEI y la CIDH, que denunciaron tortura y manipulación de pruebas.

Una de las líneas que los padres exigen retomar involucra a 17 normalistas que presuntamente fueron llevados a la barandilla municipal de Iguala, un punto que hasta ahora ha sido ignorado por las autoridades. Según Rosales, existen pruebas que apuntan a posibles destinos de estos jóvenes, pero esa información no ha sido utilizada con la debida seriedad en las investigaciones oficiales.

La designación del nuevo fiscal, Mauricio Pazarán, también generó desconfianza entre los familiares, quienes han visto pasar múltiples fiscales sin avances sustanciales. “No damos cheques en blanco”, dijo Rosales, recordando que el anterior fiscal, Rosendo Gómez, dejó el cargo envuelto en señalamientos de corrupción. Los padres advierten que la confianza solo se recuperará con resultados verificables.

Durante la reunión, se presentó información ya conocida: búsquedas de campo y recientes detenciones. Sin embargo, los padres señalaron que esto no representa avances reales y que hay molestia por la falta de resultados concretos. Insisten en que la repetición de elementos ya expuestos refuerza la idea de que se pretende reinstalar la versión oficial anterior.

Sheinbaum, por su parte, negó que se esté retomando la “verdad histórica” y dijo estar abierta a continuar las investigaciones incluso dentro del Ejército, un actor señalado como clave en la posible obstrucción de la justicia. Según el abogado Rosales, la presidenta aseguró que no se cerrará a revisar documentos militares ni a permitir que los mandos castrenses rindan cuentas.

Además, se abordó la reciente renuncia de Teresa Guadalupe Reyes Sahagún, titular de la Comisión Nacional de Búsqueda. Aunque esa institución no tiene participación directa en el caso Ayotzinapa, Rosales reconoció que su salida podría ser benéfica para otros colectivos de desaparecidos, debido a la limitada efectividad que tuvo su gestión en el tema.

A casi 11 años de la desaparición de los normalistas, las familias seguirán movilizándose. Según Rosales, la lucha por verdad y justicia se mantendrá viva mientras no haya claridad sobre el paradero de los estudiantes ni castigo a los responsables. El 4 de septiembre podría marcar un punto de inflexión, pero todo dependerá de la seriedad y profundidad de las nuevas líneas de investigación.

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