El empresario chino Zhu Yumju, de 34 años, fue asesinado a balazos en Orizaba, Veracruz, presuntamente por haberse negado a pagar una cuota de extorsión. Su cuerpo permanece en la morgue sin ser reclamado debido a que, conforme a la normativa, únicamente padres o hermanos pueden realizar el trámite, y el empresario no tenía descendientes ni familiares directos en la ciudad.
Amigos y empleados del restaurante que administraba, ubicado en la calle Oriente 6 del centro de Orizaba, solicitaron la intervención del gobierno de Veracruz para agilizar los trámites y trasladar el cuerpo a China. Argumentan que el apoyo de la embajada podría tardar, por lo que piden sensibilidad ante el caso.
Tras el crimen, el alcalde priista de Orizaba, Juan Manuel Diez Francos, rechazó que en el municipio exista el fenómeno del “cobro de piso”. Incluso aseguró que Orizaba “es una ciudad 100% segura” y sostuvo que en la zona no se han reportado casos de extorsión contra empresarios, respaldado por una reunión con representantes de cámaras empresariales.
Sin embargo, la violencia vinculada a presuntas extorsiones ha cobrado víctimas en otros puntos del estado. Apenas el pasado 24 de julio, la Fiscalía General reportó el hallazgo sin vida de la maestra jubilada y taxista Irma Hernández Cruz, quien había sido secuestrada días antes en Álamo, al norte de Veracruz.
El caso generó gran indignación tras la difusión de un video en el que Hernández aparecía esposada, arrodillada y rodeada por hombres armados que lanzaban amenazas al gremio de taxistas para obligarlos a pagar cuotas. Días después, su cuerpo fue localizado en la comunidad Buenos Aires, entre los municipios de Álamo, Temapache y Cerro Azul.
