Una amplia serie científica publicada en The Lancet ha encendido las alarmas sobre el impacto creciente de los alimentos ultraprocesados en la salud pública mundial, señalando que su consumo está desplazando dietas tradicionales y elevando el riesgo de múltiples enfermedades crónicas. Los especialistas advierten que estos productos, elaborados con ingredientes industriales baratos y aditivos cosméticos, promueven obesidad, diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares, depresión y una mayor mortalidad prematura, según el análisis de 104 estudios revisados entre 2016 y 2024. Este fenómeno, remarcan, ya no es una amenaza futura: es una crisis sanitaria presente que avanza rápidamente.

Los expertos sostienen que el auge de los ultraprocesados se debe menos a la elección individual y más al poder de corporaciones que dominan el mercado mundial de alimentos, con ventas anuales de 1.9 billones de dólares. Empresas como Nestlé, PepsiCo, Coca-Cola, Ferrero o Kraft Heinz utilizan estrategias agresivas de mercadotecnia, diseños higienizados y tácticas políticas para frenar regulaciones y mantener su influencia sobre los sistemas alimentarios. Los científicos comparan este comportamiento con el de la industria tabacalera del siglo pasado, al intentar moldear la opinión pública y retrasar medidas sanitarias.

Las cifras reveladas en la nueva serie de The Lancet confirman una expansión acelerada: en México y Brasil, el consumo pasó del 10% al 23% en cuatro décadas; en España se triplicó del 11% al 32% en veinte años; y en Estados Unidos y Reino Unido permanece por encima del 50% desde hace dos décadas. Este desplazamiento afecta la calidad nutricional general, ya que los ultraprocesados suelen contener exceso de azúcares, sal, grasas poco saludables y muy poca fibra o proteínas. Investigadores advierten que estas dietas inducen sobrealimentación e incrementan la exposición a químicos y aditivos potencialmente dañinos.

Fuente: The lancet / El País

Organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud, la FAO y UNICEF han respaldado oficialmente la clasificación NOVA-UPF para medir la calidad dietética. En cartas asociadas al estudio, la OMS calificó el consumo creciente de ultraprocesados como una “amenaza sistémica” para la salud y la equidad, mientras UNICEF denunció que su proliferación es una de las amenazas más urgentes para niños y adolescentes. Ambas instituciones enfatizaron que la salud y la nutrición deben colocarse por encima de los intereses corporativos.

Los expertos destacan que las tácticas de la industria alimentaria van desde bloquear regulaciones y presionar políticamente hasta influir en debates científicos. Solo en 2024, gigantes como Coca-Cola, PepsiCo y Mondelez gastaron más de 11 mil millones de euros en publicidad, casi cuatro veces el presupuesto operativo anual de la OMS. Este poder económico, sostienen los investigadores, se traduce en un control creciente sobre los sistemas alimentarios globales y en un entorno que favorece el consumo habitual de productos adictivos y de bajo valor nutricional.

Frente a esta situación, la serie propone políticas audaces y coordinadas: etiquetado frontal obligatorio que identifique ingredientes ultraprocesados, impuestos que encarezcan productos nocivos, subsidios a alimentos frescos, prohibición de venta de ultraprocesados en escuelas y hospitales, así como restricciones estrictas a su publicidad, especialmente la dirigida a niños. En Brasil, por ejemplo, el programa nacional de alimentación escolar exige que en 2026 el 90% de los alimentos servidos sean frescos o mínimamente procesados.

Los autores coinciden en que mejorar la alimentación global no puede depender del comportamiento individual, sino de políticas públicas capaces de enfrentar el poder corporativo y reorientar los sistemas alimentarios hacia modelos saludables y sostenibles. Advierten que el tiempo para actuar es ahora, pues la evidencia científica disponible es contundente: las dietas dominadas por ultraprocesados están dañando la salud humana y planetaria, al tiempo que erosionan tradiciones culinarias y agravan desigualdades sociales.

Comparte este artículo
Subscribe
Notify of
guest
0 Comments
Oldest
Newest Most Voted
Inline Feedbacks
View all comments
Scroll al inicio