La empresa española Cox adquirirá por 4 mil 200 millones de dólares los activos de Iberdrola en México, en una operación que, según autoridades federales, representa un respaldo a la nueva normatividad del sector eléctrico nacional. Además, Cox se comprometió a invertir 10 mil 690 millones de dólares adicionales en proyectos dentro del país.
Durante su conferencia de prensa, la mandataria federal subrayó que la empresa Cox ya trabaja con la Secretaría de Energía para eliminar el esquema de sociedades de autoabasto, el cual fue calificado como ilegal por la administración actual y utilizado por Iberdrola y otras compañías para generar electricidad sin pagar el uso de la red de transmisión de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
La gobernante destacó que Cox lleva años operando en México y tiene una buena reputación en el sector energético. Además, afirmó que los directivos de Iberdrola le comunicaron que su salida del país responde a una reorientación de inversiones hacia Europa, tras haber ganado un concurso importante en esa región.
Insistió en que la salida de Iberdrola se dio por motivos empresariales y de forma legal, y que ahora sigue el procedimiento jurídico correspondiente, incluyendo el pago de impuestos derivados de la transacción. Aclaró que no fue consecuencia de algún conflicto o sanción en territorio mexicano.
También reveló que ya sostuvo conversaciones con los nuevos propietarios, quienes expresaron un firme compromiso con el desarrollo de proyectos en México. Estos no se limitarán al sector eléctrico, sino que también abarcarán temas como agua, bajo el marco de las leyes nacionales.
La mandataria consideró positiva la adquisición, al verla como una muestra de certidumbre y confianza en el entorno económico y jurídico mexicano. Destacó que el nuevo esquema normativo establece que el 54% de la generación eléctrica debe estar en manos de la CFE, y el 46% en empresas privadas, proporción que Cox acepta y respalda.
Finalmente, recordó que desde el sexenio de Andrés Manuel López Obrador se planteó a empresas como Iberdrola abandonar las sociedades de autoabasto y transitar hacia esquemas legales de venta de energía. Cox ha aceptado este planteamiento, lo cual, dijo, es una señal favorable para el futuro energético del país.