Autoridades federales asestaron un nuevo golpe al huachicol en México con el aseguramiento de 880 mil litros de combustible robado en el municipio de Cunduacán, Tabasco. La operación, realizada por elementos de la Fiscalía General de la República (FGR) junto a la Secretaría de la Defensa Nacional, Marina, Guardia Nacional y otras dependencias, incluyó el cateo de dos predios, donde se localizaron más de mil contenedores, siete vehículos y dos montacargas utilizados para el almacenamiento y distribución del hidrocarburo ilegal.

El decomiso forma parte de una serie de acciones que el Gobierno federal ha intensificado en 2024, año en el que Tabasco ha destacado como uno de los estados con mayores incautaciones. Tan solo en mayo se habían asegurado más de tres millones de litros de huachicol en otro operativo dentro de la misma entidad, lo que confirma que la región es un punto neurálgico para las redes del robo de combustible.

Según reportes del Gabinete de Seguridad, el operativo en Cunduacán fue posible tras una labor de inteligencia que incluyó vigilancias fijas y móviles, con participación de Protección Civil y personal de PEMEX. Estos trabajos permitieron obtener órdenes de cateo por parte de un juez de control. A pesar de la magnitud del decomiso, no se registraron personas detenidas durante la intervención.

Omar García Harfuch, titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), destacó en redes sociales que esta operación forma parte de la Estrategia Nacional de Seguridad, cuyo objetivo es no solo contener sino desarticular las estructuras delictivas dedicadas al robo de hidrocarburos. En paralelo, en Jalisco se llevó a cabo otro decomiso importante de 480 kilos de metanfetamina, lo que refuerza la idea de una acción coordinada y simultánea en distintas regiones.

El huachicol representa uno de los mayores quebrantos económicos para el país. Mientras que el robo tradicional a ductos implica pérdidas directas para Pemex, el contrabando fiscal de combustibles, mediante la manipulación de importaciones desde Estados Unidos, ocasiona un daño calculado en más de 177 mil millones de pesos anuales. En 2024, Pemex estimó que las pérdidas por huachicol convencional superan los 20 mil millones de pesos.

Aunque el operativo en Tabasco es considerado un avance significativo, expertos y autoridades coinciden en que el combate al robo de combustible requiere continuidad, fortalecimiento del marco legal y trabajo constante de inteligencia. Mientras tanto, los predios asegurados en Cunduacán permanecerán bajo resguardo policial como parte del proceso judicial en curso.

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