La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) clausuró siete predios en Yucatán, Campeche y Quintana Roo donde se detectó la remoción ilegal de vegetación forestal en más de 2,600 hectáreas de selva maya. Las actividades, realizadas sin autorización de cambio de uso de suelo, fueron vinculadas directamente a comunidades menonitas que expanden cultivos agroindustriales a costa del ecosistema. Los operativos se llevaron a cabo del 28 de mayo al 14 de junio con apoyo del Ejército, la Guardia Nacional y policías estatales.
🚧 Del 28 de mayo al 14 de junio, inspectores de la Profepa realizaron operativos intensivos en predios forestales ubicados en Campeche, Yucatán y Quintana Roo, lo que derivó en la clausura de 7 predios por la remoción de vegetación y el cambio de uso de suelo en terrenos… pic.twitter.com/nXfmCkJn9B
— PROFEPA (@PROFEPA_Mx) June 30, 2025
En Yucatán, inspectores encontraron 350 hectáreas de vegetación quemada en Tekax. Ahí, maquinaria agrícola fue utilizada para nivelar el terreno, instalar sistemas de riego y construir caminos con sascab, mientras los restos de árboles calcinados y raíces arrancadas evidenciaban el uso del fuego para eliminar la selva. También se localizaron perforaciones, una estructura de concreto y drenes para el manejo de agua, todo sin los permisos de ley.
En Campeche, la situación fue igualmente grave. En los municipios de Hopelchén y Calakmul se detectaron nueve áreas devastadas con una superficie total de 527 hectáreas. La Profepa aseguró maquinaria pesada, entre ella tres tractores, una cosechadora y un remolque. A pesar de que en 2021 los menonitas firmaron un acuerdo con el gobierno para frenar la deforestación, los desmontes continúan. El desmonte fue calificado por autoridades ambientales como una amenaza crítica para los ecosistemas.
En Quintana Roo se intervinieron predios en José María Morelos y Othón P. Blanco, donde los desmontes sumaron casi 448 hectáreas. Se encontraron especies protegidas como caoba, palma chit y jobillo, enlistadas en la NOM-059-SEMARNAT-2010 y en la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas (CITES). Solo en el ejido Piedras Negras se talaron más de mil metros cúbicos de especies nativas como la Thrinax radiata y la Zumaia loddigesii.
En total, los operativos permitieron el aseguramiento de más de 108 metros cúbicos de madera, maquinaria agrícola diversa y torres de riego. La Profepa indicó que todos los predios intervenidos coincidían con áreas de expansión menonita, grupo cuya actividad agropecuaria ha generado conflictos sociales y ambientales en la región. En entrevista reciente, la secretaria de Medio Ambiente, Alicia Bárcena, calificó el impacto de estas comunidades como un “problema gravísimo”.
Los menonitas, grupo inmigrante con raíces europeas que se estableció en México en la década de 1920, han sido señalados en años recientes por prácticas agrícolas intensivas que afectan la biodiversidad. En la Península de Yucatán han proliferado desde los años 80, generando tensiones con comunidades locales, especialmente por el uso de agroquímicos y la deforestación para siembra de soya.


A estos daños se suman otros episodios recientes. En marzo, también en Tekax, fueron arrasadas 11 hectáreas de la Reserva Biocultural del Puuc. Y en mayo, en el mismo municipio, se talaron 2,200 metros cuadrados dentro de la reserva Bala’an K’aax. La Profepa anunció que continuará con operativos para revertir las afectaciones y buscar reparación del daño, pero ambientalistas han advertido que el impacto sobre la selva maya puede volverse irreversible si no se actúa con mayor contundencia.