El hallazgo de 20 cadáveres, cinco de ellos decapitados, en una carretera del norte de Sinaloa, evidencia la intensificación de la guerra interna entre facciones del Cártel de Sinaloa. Los cuerpos fueron localizados el lunes por la mañana: cuatro colgaban sin cabeza de un puente en Culiacán y otros 16 fueron encontrados en una camioneta abandonada, según confirmó la Fiscalía estatal. En el lugar también se hallaron cinco cabezas humanas en bolsas plásticas y una manta con un mensaje adjudicado a la facción conocida como “Los mayitos”.
Este sangriento episodio es uno más en la pugna entre los herederos de Ismael “El Mayo” Zambada y los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán, “Los chapitos”, por el control del histórico cártel. La disputa se agravó tras la presunta entrega de Zambada a las autoridades estadounidenses en 2024, en un aparente acuerdo negociado por Joaquín Guzmán López. Desde entonces, las escisiones del grupo criminal han provocado al menos 2,000 muertes o desapariciones, convirtiendo a Sinaloa en uno de los principales focos de violencia en el país.
La Fiscalía y fuerzas estatales acordonaron la zona del hallazgo, donde ciudadanos habían reportado disparos la noche anterior. La camioneta blanca, con las llantas ponchadas y las puertas abiertas, fue trasladada al Servicio Médico Forense. De los cuerpos localizados, uno más estaba decapitado dentro del vehículo. Las autoridades aseguraron que todas las víctimas eran hombres y presentaban heridas de arma de fuego.
Desde el inicio del conflicto abierto entre “Los chapitos” e integrantes de la facción “La Mayiza”, liderada por Ismael Zambada Sicairos, alias “Mayito Flaco”, los asesinatos se han incrementado mes con mes. En lo que va de junio se han registrado múltiples hechos de violencia, incluidos 16 asesinatos durante el pasado fin de semana, con víctimas entre civiles, policías y personal de emergencia.

El secretario general de Gobierno de Sinaloa, Feliciano Castro Meléndrez, calificó el hecho como “lamentable” y reconoció que los hechos violentos siguen presentes, a pesar de los operativos desplegados por las autoridades. Añadió que el gobierno estatal presentará un informe de los trabajos realizados en materia de seguridad, pero también admitió que las estrategias requieren ser revisadas ante el recrudecimiento de la violencia.
A nivel federal, la presidenta Claudia Sheinbaum enfrenta uno de los mayores desafíos de su incipiente administración. Su secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, ha estado a cargo de operaciones en Sinaloa, logrando decomisos y capturas importantes. No obstante, las desapariciones han aumentado y la percepción de impunidad predomina en la región. Los recientes sucesos han reavivado el debate sobre el control territorial de los grupos criminales y la capacidad del Estado para enfrentarlos.
Este tipo de hechos también repercute internacionalmente, especialmente en la relación con Estados Unidos. El expresidente y nuevamente electo Donald Trump ha utilizado la violencia en México como argumento para endurecer su política de seguridad fronteriza. Según medios estadounidenses, Trump ha insinuado que el ejército estadounidense debería intervenir en territorio mexicano para combatir al narcotráfico, lo que ha tensado la diplomacia bilateral.
Con el hallazgo de los 20 cuerpos, Sinaloa suma al menos 37 asesinatos desde el sábado pasado. Las autoridades no han identificado aún a las víctimas, pero todo apunta a un nuevo ajuste de cuentas entre los grupos criminales más poderosos del país. La población, en tanto, vive entre la militarización y el miedo, sin claridad sobre cuándo podrá volver la paz.