En medio de una intensa jornada legislativa, la Cámara de Diputados aprobó por mayoría la reforma a la Ley de la Guardia Nacional (GN), que consolida su adscripción a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), transformándola en una fuerza de seguridad pública de carácter militar. Con 349 votos a favor, 132 en contra y una abstención, el dictamen fue enviado al Senado para su revisión en periodo extraordinario, mientras que los diputados oficialistas aprovecharon la sesión para entonar «Las Mañanitas» a la presidenta Claudia Sheinbaum por su cumpleaños.
La reforma fue defendida por legisladores de Morena, PT y PVEM como una medida para profesionalizar y fortalecer a la GN mediante la experiencia castrense, y se argumentó que con ella se garantiza orden y resultados. No obstante, la oposición la calificó como un paso decisivo hacia la militarización del país, al transferir el mando operativo, administrativo y estructural a la Sedena, eliminando el principio de mando civil establecido en su creación durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador.
Uno de los puntos más polémicos del dictamen fue la autorización para que miembros activos de la Guardia Nacional puedan participar en procesos electorales, siempre que soliciten licencia y se separen temporalmente de sus funciones. La presidenta Sheinbaum defendió esta disposición señalando que no es nueva y ya estaba contemplada desde la Constitución de 1917, aunque entonces no existía la GN, sino el Ejército como institución.
Morena cerró la puerta a una policía civil.
— Diputados PAN (@diputadospan) June 25, 2025
Dejó a México más indefenso y abrió la posibilidad de usar el poder para perseguir a ciudadanos honestos.
Vienen tiempos oscuros y ni siquiera saben lo que están aprobando.#LeyEspía#PanDefiendeTuLibertad@Mzavalagc pic.twitter.com/8G1NM25UpF
Durante la sesión, diputados del PAN, PRI y Movimiento Ciudadano señalaron múltiples riesgos en la iniciativa. Advirtieron que la GN podrá realizar labores de inteligencia, vigilancia y espionaje, incluyendo la intervención de comunicaciones privadas con la sola presunción de delitos. Acusaron que esta “Ley Espía” viola derechos fundamentales como la privacidad, la presunción de inocencia y el debido proceso, además de permitir operativos encubiertos sin contrapesos civiles.
Otro de los señalamientos de la oposición fue la falta de transparencia en el proceso legislativo, ya que el dictamen no se turnó a la Comisión de Defensa, sino a la de Justicia. Se denunciaron maniobras para eludir el debate y se acusó a la bancada oficialista de actuar con opacidad. Además, se reportaron altercados entre diputados de PRI y PT, luego de que el priista Eduardo Gutiérrez Mancilla fuera acusado de intentar agredir a su homólogo Reginaldo Sandoval durante una discusión.
Entre las modificaciones adicionales aprobadas en lo particular destacan tres reservas: una para que la GN participe en la vigilancia de bosques para prevenir delitos ambientales, otra para establecer perspectiva de género e interculturalidad en su capacitación, y una más sobre el enfoque de derechos humanos. La Sedena será responsable de la formación, evaluación y control interno de los elementos, bajo un esquema de disciplina y valores militares.
El bloque oficialista rechazó que se trate de una militarización y aseguró que el Ejército tiene mayor capacidad para capacitar a los cuerpos de seguridad. Para los legisladores del PT, esta reforma representa la consolidación de una institución eficiente que reemplazó a la extinta Policía Federal, vinculada a escándalos de corrupción. La diputada Elena Segura destacó que la GN tiene más de 100 años de experiencia institucional mediante la Sedena.
En contraste, legisladores como Margarita Zavala y Graciela Ortiz alertaron que la reforma elimina el federalismo al reducir la autonomía de las policías estatales y municipales. Además, advirtieron que la GN quedará subordinada completamente a las Fuerzas Armadas, sin controles civiles, ni mecanismos de rendición de cuentas independientes. “Están entregando a los militares el control de la seguridad, la inteligencia y las telecomunicaciones del país”, dijeron.
Al finalizar la sesión, Morena y sus aliados tomaron la tribuna para celebrar el cumpleaños de la presidenta Sheinbaum con una manta alusiva y un canto de felicitación. Este gesto fue calificado por la oposición como una falta de respeto al Poder Legislativo, en una jornada donde se discutía el futuro del modelo de seguridad pública nacional. El debate continuará en el Senado, donde se espera una discusión igualmente intensa sobre una de las reformas más polémicas del nuevo gobierno.