La gira de la presidenta Claudia Sheinbaum en Puebla se vio marcada por las protestas de trabajadores de la salud que exigieron la basificación de sus plazas y mejores condiciones laborales en el sistema IMSS-Bienestar. Durante la inauguración de dos nuevas torres médicas en el Hospital de la Niñez Poblana, en San Andrés Cholula, el personal interrumpió el acto para reclamar la falta de reconocimiento a sus años de servicio, ausencia de prestaciones de ley y salarios por debajo del mínimo.
Con pancartas y consignas, los trabajadores denunciaron que, a pesar de llevar más de una década laborando, no han sido integrados al programa IMSS-Bienestar, situación que sí se ha dado con personal de reciente ingreso. Algunos señalaron que sus sueldos apenas alcanzan los tres mil 200 pesos mensuales y carecen de seguridad social, prestaciones y certeza laboral. «Nos prometieron estabilidad desde la pandemia de Covid-19, pero seguimos sin ser basificados», expresó un camillero del Hospital de Traumatología y Ortopedia.
En respuesta a la protesta, la presidenta Sheinbaum reconoció la deuda pendiente con este sector y aseguró que su administración trabaja para regularizar todas las plazas faltantes en coordinación con el gobierno de Puebla, encabezado por Alejandro Armenta. Sin embargo, no precisó una fecha para la solución de este problema que ha generado inconformidad constante en distintas entidades del país.
El malestar de los trabajadores no se limita a la falta de basificación. También señalaron carencias graves en insumos, medicamentos y equipo médico en hospitales de la entidad, como el IMSS 15 de Tehuacán, donde se ha documentado que los pacientes son atendidos en el piso y sin los recursos básicos. En el Hospital General de Tehuacán, además, se denunció la escasez de agua, situación que se agravó tras su incorporación al IMSS-Bienestar.
A la par de las exigencias laborales, otros grupos aprovecharon la visita presidencial para manifestarse. Colectivos de madres víctimas de violencia vicaria desplegaron una manta exigiendo justicia por la falta de acción de la Fiscalía estatal, mientras que motociclistas protestaron contra una reforma a la Ley de Movilidad que les obligaría a portar cascos con número de placas.
Por su parte, Alejandro Svarch Pérez, director del IMSS-Bienestar, informó que la ampliación del Hospital de la Niñez Poblana requirió una inversión de 915 millones de pesos, con dos nuevas torres especializadas en cardiología y oncología que incrementarán la capacidad hospitalaria y la plantilla laboral. Sin embargo, líderes sindicales advirtieron sobre deficiencias en infraestructura, personal insuficiente y la persistencia de desabasto en medicamentos esenciales.
El descontento con el sistema IMSS-Bienestar ha crecido en otras entidades como Morelos y el Estado de México, donde personal médico ha reiterado la falta de insumos y contratos precarios sin prestaciones. Pese a las promesas presidenciales de garantizar mejores condiciones laborales, los trabajadores afirman que el rezago es profundo y que la transición al nuevo sistema de salud ha resultado problemática para su estabilidad y la atención médica de la población.