Las históricas elecciones judiciales en México, realizadas el 1 de junio de 2025, estuvieron marcadas por una participación ciudadana de apenas entre 12% y 13%, según el Instituto Nacional Electoral (INE). A pesar de que los mexicanos estaban llamados a elegir a 2,600 jueces, incluidos todos los magistrados de la Suprema Corte, muchos votantes acudieron sin claridad sobre el proceso ni sobre los más de 3,400 candidatos. Esta complejidad, sumada a las críticas y llamados al boicot de la oposición, marcó una jornada inédita en la historia democrática del país.
La presidenta del INE, Guadalupe Taddei, explicó que el cálculo de participación se hizo a partir de una muestra representativa de casillas. Aunque el voto en México no es obligatorio y no existe un mínimo de participación para validar la elección, la baja afluencia ha sido foco de críticas. Entre las controversias figuraron las candidaturas de personajes polémicos, como Silvia Delgado, exabogada de Joaquín “El Chapo” Guzmán, y miembros de la iglesia La Luz del Mundo, cuestionados por su historial legal.
Los resultados definitivos de estas elecciones se conocerán el 15 de junio, cuando termine el conteo oficial. El proceso surgió de la controvertida reforma judicial impulsada por el expresidente Andrés Manuel López Obrador y apoyada por la actual mandataria, Claudia Sheinbaum. Mientras los críticos advierten que esta elección podría abrir las puertas a personas sin la preparación adecuada o incluso vinculadas al crimen organizado, el oficialismo defiende la medida como una forma de democratizar y sanear el Poder Judicial.
Pese a la baja participación, Sheinbaum calificó la jornada como un éxito rotundo, destacando que cerca de 13 millones de personas acudieron a las urnas. “Es inédito, impresionante, democrático”, aseguró la presidenta, quien recordó que el nivel de participación superó al del juicio a expresidentes de 2021 y fue mayor que el número de votos obtenidos por partidos como PRI, PAN y Movimiento Ciudadano en las elecciones de 2024. La mandataria aprovechó para desestimar las críticas de la oposición, acusándolos de intentar manipular la percepción pública.
Durante su conferencia mañanera, Sheinbaum arremetió contra los líderes del PAN y PRI, quienes calificaron la elección como un fraude y una simulación. “No podemos quedarnos callados ante un intento de manipular la voluntad ciudadana”, enfatizó, recalcando que más personas votaron por los jueces que por los principales partidos opositores en la elección pasada. La presidenta incluso comparó los resultados con la representatividad del Senado, asegurando que “13 millones de votos son mucho más que dos tercios de los senadores”.
Sheinbaum también aprovechó para señalar las fallas y privilegios del actual Poder Judicial, destacando que en los últimos años 169 miembros del crimen organizado han recibido beneficios judiciales, incluyendo liberaciones. Además, criticó el nepotismo, la corrupción y las decisiones judiciales que, según ella, han favorecido a grupos privilegiados y han obstaculizado las decisiones del Legislativo. “Defienden privilegios”, afirmó tajante.
La mandataria explicó que la elección fue producto de un proceso riguroso, con campañas austeras centradas en redes sociales y territorio, y recordó que los perfiles candidatos fueron seleccionados por comisiones integradas por el Ejecutivo, Legislativo, Judicial y juristas reconocidos. A pesar de las dudas que rodean este proceso, Sheinbaum reafirmó su compromiso con este modelo como un camino hacia la democratización y el combate a la corrupción en el sistema judicial mexicano.
