El Fondo Global de Pensiones del Gobierno de Noruega, el más grande del mundo, ha excluido a Petróleos Mexicanos (Pemex) de su cartera de inversiones debido a reiteradas sospechas de corrupción e insuficiente transparencia por parte de la paraestatal mexicana. El fondo vendió activos de renta fija que tenía en Pemex, valorados en alrededor de 138 millones de dólares hasta junio pasado, tras un informe del Consejo de Ética que identificó un “riesgo inaceptable” de corrupción grave dentro de la empresa.
El reporte del Consejo de Ética analizó casos de corrupción que han marcado a Pemex en las últimas dos décadas, como el escándalo con la constructora brasileña Odebrecht y la fraudulenta compra de la planta de fertilizantes Agronitrogenados a Altos Hornos de México. En estos episodios, destaca la participación del exdirector Emilio Lozoya, acusado de recibir millones de dólares en sobornos. Aunque algunos de estos casos datan de hace más de una década, el fondo noruego concluyó que persiste una política pasiva en el combate a la corrupción.
Pemex reconoció públicamente la salida del fondo noruego y explicó que desde 2014 la inversión de éste había disminuido gradualmente, pasando de 600 a solo 40 millones de dólares en 2024. La petrolera aseguró que cumplió con los requerimientos de información solicitados, pero admitió que no logró cambiar la percepción del Consejo de Ética, el cual cuestionó duramente la falta de información sobre investigaciones internas y controles anticorrupción.
En su informe, el fondo señaló que, si bien Pemex cuenta con políticas anticorrupción en papel —como evaluaciones de riesgos y canales de denuncia anónimos—, la paraestatal no proporcionó evidencia clara sobre cómo se aplican ni sobre el número de empleados implicados en su implementación. Además, criticó la falta de documentación relacionada con contratos y seguimiento a denuncias internas, lo que reforzó la decisión de desinversión.
A pesar de este revés internacional, Pemex se mantiene como una empresa con fuerte respaldo del Gobierno federal. En lo que va del año, ha recibido transferencias presupuestales millonarias para mantener su operación. Sin embargo, los resultados siguen siendo preocupantes: en el primer trimestre de 2025 reportó pérdidas por 43 mil 300 millones de pesos y una caída en la producción a 1.6 millones de barriles diarios, lo que agrava su ya delicada situación financiera.
Con un endeudamiento superior a los 100 mil millones de dólares y una imagen afectada por constantes acusaciones de corrupción, Pemex enfrenta un reto monumental para recuperar la confianza de los inversionistas. La salida del fondo noruego, que administra activos por más de 1.8 billones de dólares, marca un duro golpe simbólico y financiero que pone en evidencia la urgencia de una reforma estructural profunda en la empresa estatal.
La decisión del fondo noruego refleja un entorno global cada vez más riguroso en materia de responsabilidad social, ambiental y de gobernanza. Para Pemex, no solo representa la pérdida de un inversionista clave, sino también una señal clara de que la opacidad y los escándalos tienen consecuencias tangibles en los mercados internacionales.
