Un fuerte terremoto de magnitud 7.7 sacudió este viernes Birmania, causando al menos 20 muertos en el país y tres fallecidos en Tailandia debido al derrumbe de un rascacielos en construcción. El epicentro se localizó cerca de la ciudad de Sagaing, a una profundidad de 10 kilómetros, según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS). La magnitud del desastre llevó a la junta militar birmana a declarar el estado de emergencia en seis regiones y solicitar ayuda internacional.

Las consecuencias del sismo fueron devastadoras: carreteras quedaron fracturadas con enormes grietas, edificios colapsaron y el histórico Puente Ava fue destruido. En la capital, Naipyidó, los hospitales se vieron desbordados por la llegada de cientos de heridos, muchos de los cuales debieron ser atendidos en el suelo o en camillas improvisadas. Un médico del hospital general de la ciudad confirmó que se han contabilizado al menos 20 muertos y que la cantidad de heridos sigue en aumento.

El terremoto también se sintió con fuerza en la vecina Tailandia, donde un edificio de más de 30 pisos en Bangkok colapsó con decenas de obreros en su interior. Las autoridades tailandesas declararon el estado de emergencia en la capital y confirmaron la muerte de tres trabajadores, mientras que 81 permanecen atrapados entre los escombros. «Nunca habíamos experimentado un terremoto con un impacto tan devastador», declaró el subdirector de la policía del distrito de Bang Sue.

En China, la sacudida alcanzó las provincias de Yunnan y Sichuan, causando daños en infraestructuras y generando temor entre la población. Mientras tanto, en India y Vietnam, el sismo fue perceptible, pero sin reportes inmediatos de víctimas o daños considerables. Cuatro réplicas, con magnitudes de entre 4.5 y 6.6, han sido registradas en la zona desde el evento principal.

La situación en Birmania es especialmente crítica debido a la inestabilidad política y la precariedad de su infraestructura. Desde el golpe militar de 2021, el país enfrenta una grave crisis humanitaria y un conflicto armado interno que ha limitado el acceso a servicios básicos. Organizaciones internacionales han advertido que la falta de coordinación y la negativa del régimen militar a permitir la entrada de ayuda pueden agravar aún más la emergencia.

El impacto del terremoto ha reavivado el debate sobre la vulnerabilidad de Birmania ante los desastres naturales. A lo largo del siglo XX, la falla de Sagaing ha registrado al menos seis sismos de magnitud superior a 7, lo que demuestra el alto riesgo sísmico del país. Sin embargo, el crecimiento descontrolado de las ciudades, sumado a una infraestructura deficiente, ha aumentado el peligro de tragedias similares en el futuro.

Ante la magnitud de la catástrofe, la comunidad internacional ha comenzado a movilizarse. La Unión Europea, Francia e India han ofrecido asistencia a las autoridades birmanas, aunque las restricciones impuestas por la junta militar podrían retrasar la llegada de la ayuda. Mientras tanto, las labores de rescate continúan en las zonas afectadas, donde se teme que el número de víctimas siga aumentando.

Comparte este artículo
Subscribe
Notify of
guest
0 Comments
Oldest
Newest Most Voted
Inline Feedbacks
View all comments
Scroll al inicio