El gobierno de Canadá anunció la imposición de nuevos aranceles a productos estadounidenses como respuesta a las restricciones comerciales impuestas por Washington. La medida entrará en vigor el jueves y busca proteger la economía canadiense ante el impacto de los gravámenes aplicados por Estados Unidos.
La ministra de Finanzas, Chrystia Freeland, declaró que Canadá no permitirá que las políticas comerciales estadounidenses afecten negativamente a sus industrias. La nueva lista de productos sujetos a aranceles incluye bienes agrícolas, manufacturas y productos siderúrgicos, aunque aún no se ha publicado el detalle completo.
Estados Unidos había impuesto previamente tarifas del 10% al acero y aluminio canadiense, argumentando riesgos para su seguridad nacional. Esta acción generó un fuerte rechazo en Ottawa, que considera la medida injustificada y perjudicial para la relación comercial entre ambos países.
Expertos señalan que esta escalada arancelaria podría afectar cadenas de suministro clave, especialmente en sectores como la automotriz y la construcción. Canadá es el principal socio comercial de Estados Unidos, con un intercambio de bienes y servicios que supera los 700 mil millones de dólares anuales.
Las cámaras empresariales en ambos países han advertido sobre posibles aumentos de precios para los consumidores y un impacto negativo en la inversión. Sin embargo, el gobierno canadiense aseguró que su respuesta está diseñada para ser proporcional y estratégica, evitando daños mayores a su propia economía.
Este conflicto comercial se suma a las recientes tensiones entre ambos países por disputas en sectores como la energía y la madera blanda. Aunque las negociaciones continúan, las posiciones parecen endurecerse, dificultando una solución a corto plazo.
La Casa Blanca aún no ha emitido una declaración oficial sobre la reacción de Canadá, pero analistas anticipan que Washington podría tomar nuevas represalias. Mientras tanto, empresarios y consumidores observan con preocupación los efectos de esta creciente disputa comercial.
Con esta decisión, Canadá busca enviar un mensaje claro de que defenderá sus intereses económicos, aunque el impacto a largo plazo de estas medidas dependerá de si ambas naciones logran encontrar un punto de acuerdo en las negociaciones comerciales en curso.
