De acuerdo a la más reciente encuesta de Buendía& Márquez, elaborada para el periódico El Universal, el PAN está ubicado en cuarto lugar de las preferencias electorales con tan solo 7% (En primer lugar está Morena con 46%, en segundo lugar MC con 10% y posteriormente el PRI con 8%), esto, respondiendo a la pregunta Si hoy fueran las elecciones para diputados Federales, ¿Por cuál partido votaría?
En ese contexto de extrema fragilidad, -quizás pasó desapercibido porque coincidió con el evento del zócalo en la Ciudad de México-, es que el domingo se reunieron los consejeros nacionales del blanquiazul, en donde se planteó re definir la estrategia partidista para los próximos comicios electorales.
Uno de los puntos que se abordaron con seriedad y franqueza, fue el daño que hizo a este instituto político el esquema de alianzas electorales con el PRI, que lejos de dar un resultado favorable, lo único que logró fue debilitar la esencia que tenían como partido y con ello fortalecer en el imaginario colectivo el término de PRIAN, o sea, que son la misma cosa que el PRI.
Pero por si estos errores del pasado reciente no fueran suficiente, la otra gran herida mortal que recibió el PAN, fue la traición del Senador Miguel Ángel Yunes Márquez al dar su voto a favor de la controvertida reforma judicial.
Desde ese día, se sabía que el PAN en Veracruz enfrentaría un dilema muy interesante:
- Desentenderse de la familia Yunes, a sabiendas de que controlan prácticamente en su totalidad las estructuras del partido en los municipios de Veracruz y Boca del Río. (Esto, más allá de la expulsión que formalmente se llevó a cabo).
- Resignarse a que sean candidatos o candidatas afines a ellos quienes disputen a Morena estas presidencias municipales.
Dicho lo anterior, y a juzgar por el resultado interno en donde ganaron Maryjose Gamboa e Indira Rosales vale la pena hacer estas dos preguntas:
- ¿Quién manda en el PAN de Veracruz?
- ¿Así quieren subir en la intención de voto?
