La diputada Kenia López Rabadán, vicepresidenta de la Cámara de Diputados por el PAN, presentó una iniciativa para reformar la Constitución y sustituir la denominación «Estados Unidos Mexicanos» por el nombre «México». Según la legisladora, este cambio fortalecería la identidad nacional y simplificaría los documentos oficiales, alineando el nombre del país con su uso internacional y la tradición histórica de la población.
La propuesta se fundamenta en el argumento de que el término «México» refleja el arraigo cultural y la historia del país, ya que a lo largo de los años se han utilizado denominaciones como «República Mexicana», «Nación Mexicana» o incluso «América Mexicana». López Rabadán sostiene que el nombre corto genera mayor identificación entre los ciudadanos y representa con mayor fidelidad la esencia del pueblo mexicano.
Además, la iniciativa aclara que el cambio no afectará el sistema federal ni la forma de gobierno. Se propone mantener la estructura actual, mientras se modernizan los documentos oficiales y se facilita el reconocimiento del país en foros internacionales, donde organismos como la ONU y la OEA ya utilizan «México» para referirse a la nación.
En su exposición, la diputada destacó el origen náhuatl del término, explicando que «México» deriva de palabras que hacen alusión al centro geográfico y cultural de Tenochtitlan. Esta evocación histórica, que incluye elementos como «Metztli» (luna) y «Co» (lugar), refuerza el sentido de pertenencia y la riqueza cultural que caracteriza a la nación.
La propuesta también contempla un periodo de transición, que permitiría adaptar gradualmente las leyes y normativas sin afectar los acuerdos vigentes. Este proceso de cambio se plantea de manera que las instituciones públicas y privadas realicen los ajustes necesarios en sus registros y documentos, asegurando una implementación ordenada y sin contratiempos.
El debate sobre la denominación oficial ha surgido en diversas ocasiones en el pasado, y este proyecto se suma a los esfuerzos de otros legisladores y figuras políticas, incluido el ex presidente Felipe Calderón. Los defensores del cambio argumentan que simplificar el nombre del país facilitará la comunicación y fortalecerá la imagen de México en el ámbito internacional.
Con el respaldo de diversos sectores, el PAN hace un llamado al Congreso para que se inicie un debate amplio y participativo sobre esta reforma. La iniciativa busca unificar la identidad nacional y proyectar a México como un país moderno, orgulloso de su herencia cultural y preparado para enfrentar los retos de la globalización.
