El gobierno de Estados Unidos ha solicitado a México que imponga aranceles a las importaciones provenientes de China, en un esfuerzo por reducir la influencia del gigante asiático en la región. De acuerdo con un reporte de Bloomberg, Washington busca que México adopte medidas similares a las que ha implementado en su propio territorio para restringir el comercio con China.
En este contexto, Marcelo Ebrard, exsecretario de Relaciones Exteriores de México, sostuvo una reunión con el empresario Howard Lutnick, presidente de Cantor Fitzgerald. Aunque no se dieron detalles específicos del encuentro, se presume que el tema comercial entre ambos países estuvo en la agenda, en particular la política arancelaria.
Estados Unidos ha intensificado su postura frente a China en los últimos años, imponiendo restricciones y elevando aranceles sobre distintos productos. La administración estadounidense ha manifestado su preocupación de que México pueda convertirse en una vía de entrada para productos chinos que buscan evitar estos impuestos.
México, por su parte, ha mantenido una posición estratégica en el comercio internacional, aprovechando su relación con Estados Unidos, pero también fortaleciendo sus lazos comerciales con China. Sin embargo, la presión de Washington podría generar un ajuste en su política comercial, lo que afectaría a sectores clave de la economía.
Expertos advierten que imponer aranceles a productos chinos podría tener consecuencias para la industria mexicana, ya que muchas empresas dependen de insumos provenientes de China. Además, podría generar tensiones en la relación bilateral con el gigante asiático, con el que México ha incrementado su intercambio comercial en los últimos años.
La reunión entre Ebrard y Lutnick también se da en un momento clave para la economía global, con diversas potencias reajustando sus políticas comerciales. Bloomberg señaló que los intereses de Estados Unidos en este tema responden a su estrategia para contener el crecimiento económico y tecnológico de China.
Aún no hay una respuesta oficial por parte del gobierno mexicano sobre si acatará o no la solicitud de Washington. Analistas sugieren que cualquier decisión en este sentido deberá ser evaluada con cautela, considerando las implicaciones económicas y diplomáticas para el país.
La tensión comercial entre Estados Unidos y China sigue en aumento, y México se encuentra en una posición compleja dentro de esta disputa. En los próximos meses, se espera que haya más encuentros entre funcionarios y empresarios para definir el rumbo de la política comercial mexicana ante estas presiones.