El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, afirmó que un dron ruso impactó contra el escudo antirradiación que protege el reactor nuclear dañado de la central de Chernóbil, generando alarma en un lugar emblemático tras el peor accidente nuclear de la historia. Según declaraciones oficiales, el ataque se produjo durante la noche, y aunque provocó un incendio que fue rápidamente extinguido, dejó un mensaje inquietante sobre la escalada en la utilización de drones en zonas sensibles.
Zelensky difundió imágenes en la red social X que muestran aparentes daños en el gigantesco escudo de hormigón y acero, diseñado para contener la radiación del reactor dañado durante las próximas décadas. En su comunicado, el mandatario subrayó que este ataque demuestra que Rusia continúa actuando de manera agresiva contra infraestructuras críticas, lo que aumenta la tensión en la región y pone en entredicho la disposición de Putin para iniciar conversaciones de paz de forma seria.



Rusia, por su parte, ha negado rotundamente haber atacado Chernóbil, argumentando que su ejército no opera contra infraestructuras nucleares ucranianas y que “cualquier afirmación en este sentido no se corresponde con la realidad”. Los funcionarios rusos sostienen que el incidente es producto de una mala interpretación de movimientos de rutina y rechazan las acusaciones de agresión.
El Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) confirmó que, tras el incidente, el personal y los vehículos de seguridad contra incendios acudieron a la zona en cuestión de minutos, controlando el incendio y asegurando que los niveles de radiación tanto dentro como fuera de la central se mantienen normales y estables. El director general de la OIEA, Rafael Mariano Grossi, enfatizó que “no hay lugar para la complacencia” y que la situación será monitoreada de cerca.
El escudo antirradiación de Chernóbil, construido tras el accidente de 1986, es una estructura imponente de 275 metros de ancho y 108 metros de alto, cuyo costo se elevó a 1.600 millones de dólares. Este dispositivo fue diseñado para impedir la filtración de material radiactivo y proteger a las poblaciones circundantes, garantizando la contención del desastre nuclear durante el próximo siglo. Su integridad es fundamental para evitar una nueva emergencia sanitaria en Europa.

Expertos en seguridad nuclear han asegurado que, a pesar de la gravedad del ataque, el dron no contaba con la potencia necesaria para dañar de forma crítica la estructura protectora, en tanto que un “sarcófago” de hormigón ubicado bajo el revestimiento exterior continúa conteniendo la radiación residual. El profesor Jim Smith, de la Universidad de Portsmouth, indicó que un dron, por su tamaño y capacidad limitada, difícilmente podría comprometer la seguridad de una instalación de tal envergadura.
Zelensky criticó enérgicamente la actitud del presidente ruso, afirmando que el ataque evidencia la falta de seriedad de Putin en el proceso de negociación. Según el mandatario ucraniano, la posibilidad de que los líderes de Estados Unidos y Rusia intenten resolver la crisis sin incluir a Ucrania es inaceptable, lo que refuerza la necesidad de una presión conjunta internacional para hacer responsables a los agresores.
El incidente se produce en un contexto de creciente militarización y tensiones en el conflicto ucraniano, lo que podría influir en futuras negociaciones de paz. Con la OIEA en alerta máxima y la comunidad internacional atenta, el ataque con dron sobre Chernóbil se erige como un recordatorio de los riesgos latentes en infraestructuras críticas y la importancia de mantener un diálogo global que garantice la seguridad y la estabilidad en la región.