El Gobierno de México presentó el Plan de Trabajo de Hidrocarburos 2024-2030, una estrategia que busca impulsar a Petróleos Mexicanos (Pemex) a mantener una producción de 1.8 millones de barriles diarios a lo largo del sexenio, en cumplimiento de la directriz de la presidenta Claudia Sheinbaum. Este plan, que se enmarca en la política energética nacional, se fundamenta en la necesidad de garantizar la seguridad y la autosuficiencia energética del país.
Según el director general de Pemex, Víctor Rodríguez Padilla, el plan se regirá por seis ejes estratégicos: exploración focalizada, producción sustentable de hidrocarburos y gas natural, refinación suficiente, mayor producción de petroquímicos y fertilizantes, un proceso logístico seguro y eficiente, y la generación de energía limpia. Para alcanzar estos objetivos, se contempla la perforación de más de 2,000 nuevos pozos y la reparación de 1,300 existentes, con especial atención a proyectos clave como los campos de Marte, Lakach y Sachi.

En materia de gas natural, el plan busca incrementar la producción hasta alcanzar 5,000 millones de pies cúbicos diarios mediante una inversión de 238,000 millones de pesos, lo que ayudará a reducir la dependencia de importaciones. Asimismo, se implementarán medidas para minimizar la quema de gas y las emisiones de metano, en línea con los compromisos de sustentabilidad ambiental.
La estrategia en refinación se centra en asegurar la autosuficiencia energética, garantizando que el precio de la gasolina se mantenga por debajo de los 24 pesos por litro. Se planea modernizar las refinerías de Tula y Salina Cruz, así como maximizar la capacidad operativa de Dos Bocas y Deer Park. Además, se impulsará la reactivación de la petroquímica en el complejo de Cangrejera, con una inversión de 20,000 millones de pesos, para aumentar la producción de fertilizantes y otros derivados esenciales para el sector agropecuario.
El financiamiento de Pemex se mantendrá a través de mecanismos respaldados por la Secretaría de Hacienda, garantizando el pago a proveedores y el cumplimiento de los vencimientos de deuda sin asumir nuevos compromisos financieros. La administración también anunció una reorganización de la estructura administrativa de la petrolera, con el objetivo de reducir el número de filiales y centralizar la toma de decisiones en un solo consejo de administración.
En cuanto al personal, la presidenta Sheinbaum aclaró que no habrá despidos en el área operativa ni para el personal de base; sin embargo, se revisarán y, en su caso, reducirán los salarios del personal de confianza dentro de la corporativa, en línea con una política de austeridad que busca optimizar los recursos sin afectar la operatividad.

Estas acciones se enmarcan dentro de un esfuerzo más amplio por alcanzar la soberanía energética, asegurando reservas petroleras para al menos 10 años mediante la perforación de 269 pozos en seis proyectos estratégicos. Además, el plan contempla medidas para combatir el robo de combustible, habiéndose recuperado 7 millones de litros en los últimos cuatro meses. Con este robusto plan de trabajo, el Gobierno de México reafirma su compromiso de fortalecer a Pemex y garantizar un suministro estable de energía, a la vez que se preserva el bienestar de la nación y se revierte parte de las condiciones impuestas en la Reforma Energética de 2013.