Continuación de la nota «Feminicidio y Linchamiento conmocionan a Yucatán: investigación en curso»
Autoridades de Yucatán detuvieron a cinco personas presuntamente involucradas en el linchamiento de Ismael Alejandro, alias «El Güero», ocurrido el pasado lunes en el municipio de Tekit. La Policía Estatal de Investigación (PEI) identificó a Miguel «N», de 33 años, como el presunto instigador del ataque, junto con Vicente Raúl «N», de 58 años; Luis Ángel «N», de 30 años; José «N», de 29 años; y José G. C. «N», de 32 años.



El linchamiento tuvo lugar luego de que pobladores acusaran a «El Güero» de asesinar a María «N», una mujer de 69 años que falleció tras ser golpeada. Aunque el joven fue detenido y entregado a las autoridades, un grupo de personas lo sacó de la patrulla y lo atacó brutalmente antes de prenderle fuego. Videos difundidos en redes sociales muestran el momento en que la multitud lo golpea, a pesar de estar esposado, hasta dejarlo sin vida.
La Secretaría de Seguridad Pública informó que los detenidos fueron presentados ante un juez de control, quien emitió órdenes de aprehensión en su contra. Asimismo, se indicó que el proceso judicial se lleva a cabo en Mérida por razones de seguridad, pese a que la jurisdicción del caso corresponde a Tekax.
Según declaraciones de Leticia, madre de «El Güero», su hijo tenía problemas de adicción a drogas sintéticas y había sido diagnosticado con esquizofrenia. La mujer afirmó que entregó a su hijo a la policía creyendo que estaría a salvo, pero la situación se salió de control cuando la turba lo atacó sin que los agentes pudieran impedirlo.
Las investigaciones continúan para deslindar responsabilidades y determinar si hay más implicados en los hechos. Además, las autoridades hicieron un llamado a la población para evitar actos de justicia por propia mano y permitir que las instituciones judiciales actúen conforme a la ley.
El caso ha causado conmoción en Yucatán, un estado que suele mantener bajos índices de violencia en comparación con otras entidades del país. La brutalidad del linchamiento y el contexto de marginación social que lo rodea han puesto en debate la necesidad de reforzar la seguridad y los mecanismos de justicia en la región.