La posible muerte de Nemesio Oseguera Cervantes, alias “El Mencho”, líder del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), ha vuelto a generar especulación luego de que el periodista mexicano Ricardo Ravelo asegurara que una fuente de la Administración de Control de Drogas de los Estados Unidos (DEA) confirmó el fallecimiento del capo. La declaración de Ravelo, conocida por su especialización en temas de crimen organizado, revivió rumores previos que datan desde 2019 y 2020, los cuales nunca fueron corroborados oficialmente.
En su publicación en la red social X, Ravelo afirmó que la muerte de “El Mencho” le fue confirmada por un agente de la DEA hace meses, pero señaló que tanto el gobierno de México como el de Estados Unidos han optado por guardar silencio. Según su fuente, esta omisión tiene como objetivo evitar un “baño de sangre” en los territorios controlados por el CJNG, pues la confirmación oficial podría desencadenar enfrentamientos internos entre las facciones del cártel.
La causa del fallecimiento, según Ravelo, estaría relacionada con problemas renales que aquejaban al líder criminal desde hace tiempo. El capo habría requerido supervisión médica constante, lo que lo llevó incluso a construir una clínica clandestina en su territorio. Además, el periodista mencionó que un familiar cercano asistió a un funeral realizado en secreto, aunque no se conoce el paradero del cuerpo o las cenizas de Oseguera Cervantes.
El periodista destacó que, bajo el liderazgo de “El Mencho,” el CJNG se consolidó como una de las organizaciones criminales más poderosas de México, logrando una rápida expansión mediante alianzas y absorciones de otros grupos. Además, se habría convertido en un actor clave durante la administración de López Obrador, con quienes, según Ravelo, el gobierno habría mantenido cierta relación, en contraste con la creencia general de que se negociaba exclusivamente con el Cártel de Sinaloa.
Aunque la DEA no ha emitido un comunicado oficial que respalde las declaraciones de Ravelo, esta versión ha ganado fuerza en redes sociales y medios de comunicación, alimentando un debate sobre la veracidad de la información y las posibles implicaciones de la muerte del capo para el panorama del crimen organizado en México.
