México se mantiene como uno de los países más peligrosos para ejercer el periodismo, concentrando más del 30% de los casos globales de desapariciones de reporteros y ocupando el tercer lugar en asesinatos de periodistas, según el informe 2024 de Reporteros Sin Fronteras (RSF). Durante el año, cinco periodistas mexicanos fueron asesinados, 30 desaparecieron y uno fue secuestrado, cifras que reflejan la persistente violencia contra la prensa en el país.
El informe de RSF señala que la mayoría de los asesinatos y desapariciones en México están relacionados con el crimen organizado, la corrupción y la falta de protección efectiva para los periodistas. Aunque más de 650 reporteros están inscritos en programas de protección gubernamentales, estos mecanismos han mostrado serias fallas, como en el caso de Alejandro Alfredo Martínez Noguez, asesinado dentro del coche policial que debía protegerlo. Este panorama de riesgo es una constante en zonas como Culiacán, donde los medios enfrentan ataques directos por la violencia del narcotráfico.
A nivel mundial, 54 periodistas fueron asesinados en 2024, la mayoría en zonas de conflicto como Palestina, Pakistán y Gaza, que se posiciona como la región más peligrosa para los reporteros. Además, 550 periodistas fueron encarcelados, con China, Israel y Rusia encabezando la lista de países con más detenciones. Siria concentra el 70% de los casos de secuestro, mientras que 95 periodistas continúan desaparecidos en 34 países, 39 de ellos en América Latina.
La situación en México es especialmente alarmante por su historial de violencia e impunidad, que se mantiene a pesar de los constantes llamados internacionales a mejorar la seguridad de los periodistas. Desde 2018, las reformas prometidas por el actual gobierno no han logrado frenar la espiral de violencia. Las desapariciones recientes, como la de Jaime Barrera Rodríguez en Guadalajara, subrayan la urgencia de implementar medidas eficaces.
RSF insta a los Estados a ratificar la Convención Internacional para la Protección de Todas las Personas contra las Desapariciones Forzadas y a tomar acciones inmediatas para combatir la impunidad. En un contexto donde ser periodista equivale a arriesgar la vida, proteger a quienes informan es esencial para preservar la verdad y la libertad de expresión en el mundo